A pesar del descenso de las exportaciones (ventas al extranjero) y del incremento experimentado por las importaciones (compras fuera de España), la balanza comercial (el saldo entre ambas) extremeña sigue siendo positiva. En el primer semestre del 2010 las ventas de la región volvieron a ser superiores a las compras. Así, mientras se realizaron exportaciones por valor de casi 576 millones de euros, las importaciones tuvieron un coste de 489 millones.

Estos 489 millones empleados en adquirir productos y servicios de otros paises suponen un aumento del 12% en las importaciones extremeñas, en relación al primer semestre del 2009. Las principales compras se centran en los bienes de equipo (como maquinaria industrial, equipamiento de oficina y telecomunicaciones, material de transporte, motores, aparatos eléctricos y de precisión) y las semimanufacturas (metal, papel, cerámica, plásticos, abonos), a las que se destinaron en los seis primeros meses del año 132 y 102 millones de euros respectivamente. También se gastaron 75,5 millones de euros en importaciones de alimentos (frutas, legumbres, pesca, carne, bebidas).

A nivel nacional, la balanza comercial es negativa, según datos de enero a julio del 2010. En este periodo España vendió productos y servicios en el exterior por valor de 89.770,4 millones de euros, mientras que las importaciones se elevaron hasta alcanzar los 116.014,6 millones. Es decir, el déficit comercia supera los 26.000 millones de euros, un 8,6% más que en el mismo periodo del año anterior. El mayor gasto está originado por las compras de petróleo y sus derivados: 3.911 millones de euros en el primer semestre.