Cientos de voluntarios se sumaron ayer a las tareas de vigilancia del monte gallego para intentar poner fin a la situación que vive Galicia en las últimas semanas como consecuencia de los incendios. A pesar de que en la madrugada del domingo al lunes la situación parecía empezar a encarrilarse, en la noche de ayer todavía se registraban 44 incendios activos, aunque ninguno de ellos del máximo nivel de alerta, en una jornada en la que hubo 115 focos de fuego y se llegaron a controlar o extinguir 79.

Según el último parte de la Consellería de Medio Rural, la provincia coruñesa es la que tenía anoche más fuegos activos, 21, tras controlarse y extinguirse 36. Le seguía Pontevedra, con 20 incendios forestales activos, mientras otros 18 se consideran ya extinguidos o controlados.

Por otra parte, unos 500 nuevos voluntarios que se apuntaron en el Teléfono en Defensa do Monte Galego se incorporaron ayer a las tareas de vigilancia de los montes, logística y apoyo a los medios que trabajan en la lucha contra los incendios.

Según informó la Xunta en un comunicado de prensa, estas personas realizarán dos tipos de trabajo; tanto en tareas de vigilancia como en labores logísticas. Una vez que se extinga el fuego y la situación sea "segura" para la ciudadanía, los voluntarios también colaborarán en la repoblación y regeneración de los montes.

En la jornada de ayer los voluntarios ya realizaron labores de vigilancia en los ayuntamientos pontevedreses de Marín, Mos, Vigo, O Rosal, Lalín y O Porriño; en Santiago (A Coruña); y en A Veiga y Allariz (Ourense), entre otros. Además, la Xunta señaló que las personas anotadas en el citado número de teléfono desarrollarán tareas de logística como acondicionar las dependencias donde descansan los equipos de extinción.