Con la llegada de las elecciones municipales, los padrones de los municipios tienden a sufrir inesperadas alteraciones. El problema se agudiza en las localidades de menor tamaño, donde un puñado de votos puede determinar el resultado final. Ante esta situación, que se repite cada año electoral, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha intensificado el control sobre los padrones de los pueblos con menos de dos mil habitantes, con objeto de comprobar la veracidad de sus censos.

Casi 200 ayuntamientos españoles habían sido cazados con movimientos irregulares en sus censos. Entre ellos se encontraba el municipio cacereño de El Torno. Sin embargo, las denuncias en los últimos días han ido saltando entre pueblos de la región. Casar de Palomero, Magacela, Alcollarín o Salvatierra de Santiago son algunos de los casos.

"En realidad, la gestión del padrón se lleva a cabo de forma continua --explica Benito Velasco, encargado del censo en la delegación provincial del INE en Badajoz--, ya que cada mes los ayuntamientos nos comunican el número de altas y bajas". Así, cuando se detecta cualquier irregularidad (como un incremento extraordinario en las altas, el caso más habitual cuando se acercan las elecciones), los responsables de Estadística se ponen en contacto con los del ayuntamiento para que justifiquen los cambios (certificando, por ejemplo, que las personas que se han inscrito en el padrón tienen allí su residencia habitual).

La vigilancia desde las delegaciones del INE

Lo que ocurre es que en época preelectoral, los casos de anomalía se disparan. De hecho, a nivel nacional, la Oficina del Censo Electoral ha actuado ya en 187 municipios, según confirmó el INE. En el caso de Extremadura, la delegación de Badajoz no habría registrado aún ningún caso. En cambio, en Cáceres, según manifestó el propio delegado provincial, Ramón García, en los últimos meses el sistema de alarma ha pasado de detectar irregularidades en dos o tres ayuntamientos cada mes a superar la decena de casos.

¿Significa eso que los comportamientos ilícitos son más habituales en los ayuntamientos cacereños? No necesariamente. "En muchas ocasiones --detalla García-- no se trata de fraudes, sino que un aumento inusual en el número de altas puede deberse a la falta de actualización del archivo o, simplemente, a la casualidad". Además, según indica Velasco, la delegación pacense del INE no descarta localizar algún caso próximamente, ya que incluso han recibido algunas denuncias particulares.

Lo cierto es que las alarmas ya han saltado en algunos pueblos extremeños. Los vecinos de Alcollarín dieron el pistoletazo de salida al denunciar "irregularidades" en las bajas del padrón municipal. Algo similar ocurrió hace unos días en Magacela y ayer mismo en Casar de Palomero, mientras que en Salvatierra de Santiago, en cambio, se quejan de la "arbitrariedad" de la alcaldesa en la gestión del padrón.

Más de 150 bajas siembran la discordia

A medida que se acercan las elecciones del próximo 27 de mayo, la polémica continúa extendiéndose por la región y Casar de Palomero es el último municipio afectado. El pistoletazo de salida corrió a cargo de Fernando Manzano, portavoz del Grupo Popular en la diputación de Cáceres, que denunció ayer que el alcalde de esta localidad, Eduardo Béjar, ha cometido una "grave irregularidad" al dar de baja de oficio "con alevosía y sin ningún aviso previo" a 164 personas.

Para Manzano, se trata de una actitud "caciquil" y "más propia del presidente de una república bananera que de un alcalde democrático", ya que supone privar de su derecho al voto al 15% del censo. Hay que tener en cuenta que Casar de Palomero tiene 1.247 ciudadanos empadronados, de los que 1.113 están censados, es decir, son mayores de 18 años, según detalla el portavoz popular. Por tanto, el PP considera que esta acción constituye un fraude electoral, por lo que han trasladado el asunto a la Oficina del Censo Electoral, las juntas electorales de zona y provincial y al Defensor del Pueblo.

Además, los populares relacionan este asunto con los problemas derivados del "arbitrario" Plan General de Ordenación Urbana promovido por el alcalde casareño que, según Manzano, "beneficia claramente a sus familiares y a los de otros concejales socialistas". En este sentido, recordó que este proyecto ha generado un fuerte rechazo, que se ha traducido en la presentación de alegaciones de todo tipo y en la formación de una plataforma vecinal contraria al mismo "que aglutina a medio pueblo". "Curiosamente --añade-- 88 de las personas que se pretende dar de baja, han presentado alegaciones en contra del plan".

El alcalde del municipio, por su parte, niega estas acusaciones y aclara que el ayuntamiento ha iniciado los expedientes de baja "por requerimiento del INE". "Recientemente, recibimos un comunicado de la delegación provincial instándonos a investigar a qué se debía el elevado incremento de altas en nuestro padrón desde el pasado verano", explica. Un hecho que ha confirmado, además, Ramón García, a este diario.

Con objeto de cumplir con esta obligación, el ayuntamiento ha optado por comprobar la de Santiago, es el Grupo Socialista el que denuncia las irregularidades.Su portavoz, Javier Esteban, afirma que la alcaldesa popular, Inmaculada Delgado, ha adulterado el padrón para buscar “beneficios electorales”. El PSOE denuncia que hay al menos 12 personas empadronadas que no tienen ninguna relación con la población, ya que “nadie las conoce” y tienen su domicilio en el la actual viviendade la edil. Los socialistas de Salvatierra también critican que se contabilizan incluso a “fallecidos desde hace más de 10 años”.Además, afirman que hay una decena de personas que viven eneste municipio y no se les permite empadronarse, incluida unaconcejala socialista que piensa presentarse a las próximas elecciones.Por tanto, se le está negando el derecho al voto en el pueblo donde va ser representante política”, dijo el portavoz. Otra crítica de los socialistas es que no existe “concordancia entre los registros del padrón y el censo, habiendo una diferencia de entre 100 y 169 personas, una cifra muy alta teniendo en cuenta que se trata de un pueblo de unos 360 habitantes”. Por suparte, Inmaculada Delgado, la alcaldesa, declinó hacer declaracionessobre esta cuestión, informa Sánchez Pablos.H. El Torno defiende su correcta gestión. En el caso de El Torno, un incremento extraordinario del número de empadronados (68 desde octubre del 2006 hasta el pasado mes de enero en un pueblo de 926 habitantes) ha levantadociertas sospechas, si bien desde la localidad cacereña se defiendela imparcialidad del ayuntamiento en la gestión del padrón.Así, el secretario, Pedro Pérez, explica que las altas registradas se deben en parte “a vecinos que son de aquí, pero que por motivosde estudios, para que sus hijos pudieran ir al colegio en Plasencia”,han estado empadronados algún tiempo en la ciudad del Jerte y ahora han vuelto a inscribirse en El Torno, tras haber finalizado los estudios. Otra parte de las altas se debe, continúa el secretario, a ciudadanos que han regresado de Madrid, y a varios rumanos que también se han avecindado en El Torno. Por su parte el tenientede alcalde, José Luis Martín, se negó a hablar de este tema, mientras que la portavoz del PP, Pilar Serrano, indicó de forma tajante que “no hay trampas” en el censo, añadiendo que “aquí toda la gente es muy legal”, informa Faustino Martín.