Buscar soluciones a las empresas de la industria agroalimentaria, es el objetivo fundamental del Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEx), que acaba de cumplir su octavo año de funcionamiento con un crecimiento del 35% en el número de proyectos desarrollados en I+D+i en 2008 con respecto al año anterior.

En sus instalaciones ubicadas en Villafranco del Guadiana, en su plantilla hay investigadores, científicos, biólogos, agricultores, operarios de maquinaria y cualquier otro profesional vinculado a la industria agroalimentaria. Y es que en su interior se encuentra una fábrica de procesado de tomate para industria, una almazara para la extracción del aceite o prensas para el vino, eso sí todo ello con un tamaño reducido.

Su filosofía es buscar procesos que ayuden a las empresas del sector a rentabilizar al máximo sus cultivos y producciones, a partir tanto de la mejora de la calidad como del incremento de la producción. El fin último es comercializar estos productos, y para ello también cuentan con el instrumental necesario para mejorar los envases y los formatos en los que el cliente final se encuentra el producto cuando va a comprarlo al supermercado.

Seguridad

Aceite, vino, platos precocinados, jamones, frutas y hortalizas... nada se le escapa a este centro, que organiza catas y degustaciones para que sus clientes, las empresas del sector, tengan acceso directo a los avances que se van produciendo, todo ello bajo una premisa fundamental: "Lo más importante es la seguridad alimentaria". Lo dice José Luis Llerena, director de la OTRI del CTAEx. Para ello se expone a los alimentos a diferentes condiciones ambientales. Para ello utilizan aparatos capaces de simular distintas situaciones atmosféricas y de temperaturas, para comprobar qué tipo de botella le va mejor a un vino, o qué proceso de embalaje le conviene a un plato precocinado a base de verduras y filetes de pollo en forma de estrella. Todo ello se puede reproducir en este centro que no deja escapar ningún detalle. "Tenemos una máquina que mide la si la tapa de un yogur resiste al dedo de un niño en un supermercado, y hay otra que mide el crujido de una patata frita", explica Llerena.

Esta actividad ha sido avalada con el reconocimiento de un grupo de empresas en la certificación en la norma de gestión de proyectos de I+D+i, en un programa coordinado con CTAEX. También ha visto reforzada su unión con los otros centros con los que participa en la alianza de Investigación Consorcio Estratégico de Investigación en Envase y Embalaje para la Comercialización de Alimentos poco procesados (CEIDe@), dónde participa en distintos proyectos.