Una cosa es que unas elecciones se desarrollen con normalidad y otra que falten las incidencias y las anécdotas. Y en los comicios de ayer, como marca la norma, no faltaron ni unas ni otras. La más significativa obligó a que la Delegación del Gobierno instalara 192 urnas adicionales en seis localidades de la provincia de Cáceres (la capital, Plasencia, Montehermoso, Valverde de la Vera, Peraleda de la Mata y Cabañas del Castillo) a causa de un problema con las papeletas remitidas para el voto por correo.

Según informó la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, la situación afectó a "entre 30 y 40 papeletas" del voto municipal. El problema consistió en que en lugar de remitirse las papeletas correspondientes a la localidad donde se tenía que ejercer el derecho al voto, se enviaron las de otras localidades. Por este motivo, en las mesas de los municipios afectados hubo que poner una urna adicional para que se introdujesen en ella los votos por correo, con el fin de "no contaminar al resto". Pereira añadió que en el escrutinio el criterio de la Junta Electoral Provincial tendría "en cuenta el voto a candidatura", es decir al partido político, "sin tener en cuenta la circunscripción electoral". En el caso de Cabañas del Castillo, se produjo un "error de imprenta".

Por otro lado, en Badajoz, uno de los componentes de una mesa instalada en el Instituto Bárbara de Braganza fue un hombre con deficiencia auditiva, que contó con la colaboración de una joven que hizo de traductora de signos, informa Fernando León. También en la capital pacense se formaron largas colas en el colegio instalado en el Instituto Nuestra Señora de Bótoa, en la carretera de Madrid, donde votaron este año por vez primera los vecinos de la sección creada este año del PIR Cerro Gordo.

En Cáceres el PP pidió la impugnación de una mesa electoral ubicada en El Ateneo (Nuevo Caceres) al detectarse sobres con la papeleta de Foro Ciudadano ya en su interior. En este mismo colegio, una mujer denunció los problemas que tuvo su madre, en silla de ruedas, al ir a votar. Aunque las instalaciones cuentan con rampa de acceso, explicó, cuando acudió a votar, sobre las once de la mañana, no era posible utilizarla, ya que una reja cerrada con un candado impedía el acceso. "O esperábamos a que trajeran la llave, o llamaban a la Cruz Roja o nos bajaban las urnas", contó ayer la hija de la afectada, opción esta última por la que se acabaron decantando. Una hora después, el problema de accesibilidad en esta mesa fue solventado.

También en Cáceres, Luz Amparo Rojas, una ciudadana española de origen colombiano, no pudo ejercer ayer su derecho al voto en Cáceres. La causa fue, según explicó su marido, Fernando Pino, que aunque Luz tiene la nacionalidad española desde hace dos años y medio, en el censo electoral no aparecía su actual DNI. "Hemos tenido que ir a la mesa electoral dos veces, al Instituto Nacional de Estadística otras dos y también a los juzgados", contó. Finalmente, y a pesar de haber obtenido la documentación que en un primer momento se les requirió, no pudo depositar su voto.

En Montijo, una mesa tuvo que permanecer cerrada aproximadamente durante media hora, tras admitirse el voto de una persona que no figuraba en las listas de esa mesa, informa Nuria Morán.

Acto seguido, los responsables de esta mesa, que estaba ubicada en los Salones Conde, tuvieron que contactar con los de la mesa en la que correspondía que hubiera votado para evitar la duplicidad de voto. Una vez resuelto esto, la mesa volvió a abrirse con normalidad.