Aunque ahora el COI recomienda no hacer este tipo de valoraciones numéricas durante la fase de candidatura, con la base vigente de los estudios realizados para la carrera olímpica para el 2012, las previsiones de inversión para 2016 llegarán, si Madrid resulta elegida, a más de 18.300 millones de euros, de los que unos 15.000 los aportaría el Gobierno Central, 1.177 el regional y 1.720 el municipal.

El convencimiento de que reporta indudables beneficios para la ciudad ha estado en todo momento presente en el planteamiento de Madrid a la hora de apostar por los Juegos del 2016. Su concesión tendría un impacto sobre el PIB de más de 18.700 millones de euros durante los 12 años en torno a su celebración. Estos datos tendrían, lógicamente, su reflejo sobre el empleo. Si para el 2012 se apuntaba la creación de 174.000 empleos, entre directos, indirectos e inducidos, cara al 2016 se calcula que podrían crearse hasta 385.000 empleos, unos 32.000 al año. Ese incremento de actividad laboral iría a parar ante todo a la construcción (59% del total del impacto productivo generado), servicios (30%) e industria (13%).

REFERENTE BARCELONA Los incrementos más directos de la actividad económica se dejarían sentir en sectores relacionados con la construcción, la consultoría y los servicios turísticos, hosteleros y de ocio, comercio y cultura. Tomando como referencia a Barcelona después de los Juegos del 92, la ciudad condal pasó de 1,7 millones de turistas recibidos el año antes de celebrarse la cita olímpica a 2,4 en 1998. En el 2007 se alcanzaron los 7,2 millones de visitantes.

El estudio realizado por Madrid Global, la oficina de estrategia internacional del ayuntamiento, identifica que el proceso de candidatura olímpica ha servido como catalizador e impulsor de la transformación urbana aportando, entre otros, los siguientes beneficios generales a la ciudad: mejora de la imagen internacional de Madrid; fortalecimiento de la posición geoestratégica de Madrid como punto de entrada de la inversión exterior directa en España; consolidación como plaza financiera de primer orden y nudo internacional de negocios y sede de multinacionales; amplias reformas en la trama urbana y en las infraestructuras de transporte público, y mejoras en las infraestructuras medioambientales y la gestión de los servicios urbanos que han hecho de Madrid un ejemplo de sostenibilidad y habitabilidad urbana.

Pero la mayor parte de esto será papel mojado --muchas infraestructuras ya están construidas-- si hoy no sale elegida.