Sistemas de vigilancia de última generación, leches infantiles que contribuyen a que los bebés duerman mejor o robots que multiplican la precisión de un cirujano son solo un minúsculo ejemplo de la fructífera colaboración entre investigadores universitarios y el sector empresarial. Eso sí, esta investigación a demanda trae aparejado un debate que algunos consideran ineludible sobre la libertad del investigador.

"Creo que hemos conseguido equilibrar ambas cuestiones", indica Francisco Javier Miranda, director del Grupo Extremeño de Márketing y Dirección de Operaciones, que tiene su centro neurálgico en la Facultad de Económicas de Badajoz. El grupo se constituyó hace un año aunque la decena de miembros que lo integran provenían de otro que se extinguió. El Grupo Alfonso Gallardo, una empresa dedicada al ibérico que encargó un plan de márketing y principalmente consultorías son algunos de sus clientes . Firmas como Aenor o el Instituto de Calidad también han mostrado interés por sus trabajos.

El Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón de Cáceres respalda varios proyectos del grupo de Robótica y Visión Artificial que tiene su laboratorio y taller en la Escuela Politécnica. Seis miembros integran este equipo bajo la dirección de Pablo Bustos con tres líneas de investigación en marcha: Robots móviles guiados por sistemas de visión artificial; la aplicación de robot a cirugía y análisis de imágenes. José Moreno, otro de los integrantes explica que han desarrollado una técnica mixta de entrenamiento para un cirujano en el que éste toca el instrumental pero lo que opera son unas imágenes artificiales de órganos animales en 3D de una gran precisión. Financian sus investigaciones por la vía administrativa y los fondos de I+D+i que contratan. "A Europa es difícil pegar el bocado", dice Moreno. No obstante, un convenio con Acciona les abrirá las puertas de un proyecto europeo.

Los investigadores del grupo de Aprovechamiento Integral de Residuos Biomásicos y Energías Renovables se adscribieron a la primera convocatoria de catalogación de grupos de la Uex. No obstante, la veintena de miembros que lo integran procedentes de las facultades de Ciencias, la Escuela de Ingenierías y el Centro d Investigación Finca La Orden de la Junta de Extremadura ya trabajaban con anterioridad a través de proyectos de investigación. Entre las seis líneas que tienen abiertas figura la producción de hidrógeno, su almacenamiento y conversión en pilar. "El hidrógeno es el vector energético del futuro", dice el coordinador de este equipo, Juan Félix González. El estar integrados en el catálogo de grupos de la Uex facilita a estos investigadores dar a conocer su trabajo y así contactar con más empresas o ayuntamientos que tengan interés en aprovechar los residuos. No es raro que despierten el interés en el exterior ya que estudian la obtención de biocombustibles --como el biodiesel o bioetanol--, el desarrollo de cultivos agroenergéticos o el aprovechamiento térmico y fotovoltaico de la energía solar.

A pesar del significativo cambio en la política de gestión de la Uex, aún es mucho el papeleo que tienen que mover los investigadores. "Todavía es duro. No me interesan los dineros pero tengo que llevar varios proyectos, contratos con empresas... te vuelve loco. Imagino que con el tiempo se irá solucionando porque todo esto no nos gusta nada", confía González.

Juan María Hernández, por su parte, coordina el grupo Quercus Software Engineering cuyos inicios se remontan a 1996 y en el que trabajan 19 profesores, 30 personas si se suman los becarios y personal contratado. "La estructuración en grupos es mucho más acorde a los nuevos tiempos, encaja con la realidad de hoy", indica este especialista en ingeniería de software. Cuentan con una larga lista de convenios en su trayectoria y entre sus colaboradores se encuentran grandes firmas como Indra. Acaban de lanzar una empresa de base tecnológica, las llamadas spin-off , que comercializará una solución que transforma sitios web de escaso contenido en espacios más ricos.

Entre sus convenios, cuentan con dos suscritos con empresas de videovigilancia para las que han desrrollado un sistema en el que cuando se detecta una intrusión, el interesado la puede controlar a través de una PDA, recibe un sms y un correo electrónico. Otro de los productos que se podrá ver en el mercado y que ha salido de aquí, de la universidad extremeña.