La Guardia Civil ha descartado el ajuste de cuentas y el robo como principal línea de investigación en las diligencias abiertas para esclarecer la muerte de Alfonso Triguero Pedrero, el empresario de Logrosán que falleció la madrugada del domingo al lunes a causa de un disparo en el vientre mientras dormía en su domicilio. Así lo manifestó ayer Carmen Pereira, delegada del Gobierno en Extremadura, que después matizó que los agentes trabajan sobre distintas hipótesis sin dar por cerrada ninguna de ellas, ni siquiera el suicidio.

Prácticamente a la misma hora en la que la familia de la víctima, tras asistir al sepelio, buscaba descanso en la vivienda de Logrosán donde se produjeron los hechos, en Plasencia la delegada del Gobierno delimitaba las líneas de actuación policial en este caso. "Está bastante descartado, aunque no se descarta totalmente ninguna hipótesis, que la causa de la muerte sea el robo. Esa no es ya la hipótesis fundamental que baraja la Guardia Civil", apuntó. De esta forma, Carmen Pereira hacía entrever que los investigadores desconsideran la declaración de la esposa y el hijo mayor de la víctima, quienes habían manifestado a los agentes que echaban en falta dentro del domicilio 4.000 euros. Este dinero presuntamente correspondería a la recaudación obtenida durante el fin de semana pasado en los tres negocios que Alfonso Triguero regentaba en la localidad: un asador, un supermercado y una fábrica de embutidos y jamones.

Más contundente todavía fue la delegada del Gobierno al ser preguntada por la opción de que el móvil haya sido un posible ajuste de cuentas: "no en este caso". Y también desligó del suceso a la pareja --un hombre y una mujer rubia-- que, según dijo haber visto el hijo de la víctima, salió de la vivienda familiar y subió a un vehículo rojo instantes después del disparo. "Se ha descartado. Podían pasar por allí o por las proximidades, pero no tienen ninguna relación", explicó.

A LA ESPERA DE LAS PRUEBAS Aunque con sus declaraciones en Plasencia, donde participaba en la inauguración de la nueva comisaría de la Policía Nacional, prácticamente cerraba las puertas a móviles extrafamiliares que explicasen el fallecimiento del empresario, Carmen Pereira pidió tiempo para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan llegar hasta el final en sus pesquisas. Incluso afirmó que todavía no está descartado que Alfonso Triguero se suicidase: "hay que hacer alguna prueba para poder determinar si fue un suicidio o un homicidio. Eso todavía no está descartado".

Otras fuentes próximas a la investigación aseguraron que de momento no se puede desechar "absolutamente" ninguna hipótesis. "Actualmente no hay ninguna línea de trabajo en la que se estén centrando los agentes. Se continúa prestando declaración a personas dentro del entorno familiar, laboral y social de la víctima y se está a la espera de poder tener los resultados de las distintas pruebas practicadas por la policía científica. Cuando toda esa información esté disponible se podrá orientar la investigación con precisión", explicaron estas fuentes.El procedimiento está dirigido por la Brigada de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Cáceres. Tras recoger pruebas en el lugar de los hechos y tomar declaración a la esposa, el hijo mayor y el yerno del empresario durante toda la jornada del lunes, ayer los agentes continuaron interrogando a personas del entorno laboral y social de Alfonso Triguero. Según las fuentes consultadas, ni él ni sus allegados se han visto inmiscuidos en causas judiciales, posibles hechos delictivos o denuncias en los últimos años. En el juzgado de instrucción de Logrosán, al que corresponde el caso, aseguraron ayer que la jueza Raquel Vicente Andrés ha declarado el secreto del sumario.