Por qué la proteína Tau se modifica en exceso en los enfermos de alzhéimer? "Nosotros pensamos que puede estar relacionado con un grupo de proteínas que se llaman proteínas del estrés (p38 MAPK)". Este es el punto de partida desde el que el Grupo de Investigación en Enfermedades Neurodegenerativas de la Universidad de Extremadura (Uex), dirigido por el profesor Francisco Centeno, está estudiando si el alzhéimer puede estar relacionado con los diversos tipos de estrés (por inflamación del sistema nervioso, inmune --por algún tipo de infección--, osmótico...).

En la actualidad, existen diversas hipótesis sobre el origen del alzhéimer, que en su mayoría intentan explicar la modificación anormal (fosforilación) de las proteínas Tau y Beta-amiloide que padecen las personas que padecen alzhéimer, según se ha podido constatar en las muestras de personas con esta enfermedad que han fallecido. "Todos tenemos estas proteínas, pero en estas personas aparecen fuera de la célula, al contrario de lo que debería ocurrir normalmente, sin que se sepa por qué", explica el profesor Centeno, que apunta que el equipo extremeño se ha decantado por investigar la modificación de la Tau por tratarse de un cambio que aparece también en otras patologías: las demencias frontotemporales (como la demencia senil).

Su propuesta es que las alteraciones del sistema nervioso que provocan las diferentes clases de estrés modifican el grupo p38 MAPK (proteínas del estrés) y que este a su vez transforma la proteína TAU. Pero antes de formular esta hipótesis, los investigadores extremeños han recorrido un largo camino que comenzó por la búsqueda de la causa que provoca la muerte de las neuronas. "Ahora que sabemos los mecanismos, las señales que indican que una neurona está muriendo, podemos investigar por qué ocurre", comenta Centeno.

En esta última fase, el grupo de la Uex está colaborando con otro del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), curiosamente también liderado por una extremeña, Ana Cuenda, e integrado por otras seis personas naturales de Extremadura, una de Madrid pero con raíces en la región y una francesa. "Aunque es un proyecto conjunto, en realidad son dos distintos centrados en la misma proteína", detalla Cuenda, que añade que su equipo pone el foco de sus investigaciones en analizar la implicación de las p38 MAPK en el posible desarrollo del cáncer.

Este grupo, integrado en el Departamento de Inmunología y Oncología del CSIC, intenta averiguar por tanto si el exceso de actividad del grupo e38 MAPQ, que la lleva a modificarse, puede provocar algunos tipos de cáncer. "Por ejemplo, sabemos que hay enfermos de cáncer de colon que han padecido muchas colitis (inflamaciones del intestino), lo que podría indicar que este tipo de cáncer está vinculado al estrés inflamatorio", detalla Cuenda. Para llevar a cabo todas estas investigaciones son fundamentales los modelos de proteínas desarrollados por los investigadores de la Uex. En este sentido, Centeno recuerda que la principal dificultad para llevar a cabo este tipo de investigaciones es "que no se pueden tomar muestras del sistema nervioso", por lo que tienen que crear modelos de estudio de proteinas. Su objetivo es intentar emular cómo funciona el organismo humano y, para ello, "cogemos un gen, modificamos su secuencia y lo mutamos, y eso nos permite incluirlo dentro de la célula, intentando mimetizar las modificaciones dañinas".

De este modo, continúa el profesor extremeño, "podemos estudiar si las neuronas mueren, sobreviven, si las proteínas del estrés las modifican y ver cuáles de esas mutaciones pudieran ser las responsables del origen del Alzheimer". Hasta ahora, sus indicios apuntan a que efectivamente podrían ser las proteínas del estrés, pero Centeno advierte que aún están en una fase muy inicial del proyecto: "Si funciona, habrá que pasar a probarlas en animales y después ya se podría intentar buscar algún fármaco".