Juan Miguel Barrigón es profesor de la Escuela Politécnica de Cáceres, actividad que compatibiliza con el desarrollo de varias líneas de investigación --unas financiadas y otras no--, entre las que destacan las relacionadas con el ruido. "Es bastante difícil encontrar financiación para investigar", explica.

El equipo de Barrigón tiene tres líneas en marcha en este terreno. La primera es un convenio con la Consejería de Sanidad para investigar los niveles de ruido en diferentes localidades de la región. La segunda es un convenio con el Ayuntamiento de Cáceres para determinar los niveles de en las zonas de la movida de la ciudad y aportar posibles soluciones. Y la tercera es un proyecto financiado por el Plan Regional de Investigación (PRI) para realizar un mapa del ruido de la ciudad de Badajoz. Las tomas de muestras se realizan con sonómetros y otros equipos.

Barrigón afirma que "llamado a muchas puertas" para conseguir financiación pero la respuesta ha sido desigual. Resalta, por ejemplo, el apoyo decidido de la Consejería de Sanidad pero no así de otros departamentos de la Junta. "En Sanidad he tenido una acogida perfecta, no tengo ninguna queja", explica.

"En el PRI la financiación es bastante baja. Se pueden hacer cosas y se hace lo que se puede", añade. Barrigón está convencido de los beneficios sociales de su investigación al ser el ruido en las ciudades considerado como "un problema" por las autoridades internacionales.

Explica que hay líneas de financiación mejor dotadas a nivel nacional pero para optar a ellas es casi imprescindible haber publicado trabajos en revistas de primer orden mundial, algo que el equipo de Barrigón ha conseguido al haber insertado un artículo en la revista de la Sociedad Americana de Acústica.

"La investigación siempre tiene un aspecto de creatividad, que es más difícil encontrar en la docencia. En investigación el resultado depende más de ti y tu capacidad, mientras que en la docencia depende también del resultado de los alumnos", concluye Barrigón.