Zapatero solo pudo utilizar la ironía para salir al paso de la filtración de su cambio de Gobierno que tapó mediáticamente su esperadísima entrevista con el presidente norteamericano, Barack Obama.

El presidente del Gobierno afirmó que en España "hay muy buenos periodistas" y en el Gobierno existe "una clara vocación por la transparencia". Zapatero dio a entender que conoce el origen de la filtración, al decir que las gestiones comportaban la participación de varias personas y "todo el mundo sabe de qué estoy hablando".