El Valle del Jerte y Las Hurdes son las dos comarcas que tuvieron en el último bienio un mayor crecimiento empresarial relativo, según un informe de la Junta que indica que estas dos zonas experimentaron incrementos superiores al 45% en cuanto a ingresos procedentes de la actividad de sus empresas y subidas del valor añadido del 37%.

Tras ellas, en cuanto a crecimiento de los ingresos de las empresas se situarían la Campiña Sur, con un 31%, Monfragüe y su entorno (29%) y las Vegas Altas (26,6%). Si se toma en cuenta el incremento en el valor añadido, el tercer lugar lo ocuparía Monfragüe (36% y el cuarto la comarca cacereña de San Marcos (34%).

En el extremo contrario, las empresas del Valle del Ambroz apenas tuvieron incremento del 6,4% en ingresos, y una merma del 7% en valor añadido, y Campo Arañuelo creció en 7% en ingresos y un 3% en valor añadido.

ACTIVIDAD CONCENTRADA En todo caso, y si se toman los datos absolutos, la comarca de Badajoz continúa siendo la que más actividad económica genera, con unos ingresos empresariales de más de 1.500 millones de euros --casi la quinta parte del total extremeño-- dentro de un grupo de cinco comarcas que suponen el 55% de los ingresos industriales de la región.

En este grupo estarían Mérida (923 millones), Cáceres (878 millones), Vegas Altas (854 millones) y Monfragüe (709 millones).

Del grupo de las comarcas más fuertes en cuanto a ingresos por actividad empresarial, es Jerez-Sierra Suroeste la que presenta un nivel de agotamiento económico mayor. Así, sus ingresos fueron de 632 millones, es decir, un 16% de subida en el bienio, pero el valor añadido quedó prácticamente estancado, con un crecimiento del 3%, hasta alcanzar los 115 millones de euros.

MAS EN BADAJOZ El análisis territorial de la actividad empresarial en Extremadura revela también un fuerte desequilibrio entre ambas provincias, ya que la de Badajoz concentra dos tercios de las empresas y duplica a la de Cáceres en ingresos y valor añadido. En el total regional, los ingresos industriales rondaron los 9.000 millones, de los que Badajoz acaparó más de 6.000 millones, y el valor añadido generado fue de 1.826 millones, con 1.152 millones para Badajoz.

Por sectores, Badajoz acapara la totalidad de la actividad en fundición de acero, fruto del empuje que aportan el conjunto de las empresas del Grupo Gallardo, y casi el 100% en joyería y relojería, también fruto de la actividad de un único hólding, en este caso Cristian Lay. Además, nueve de cada diez empresas de corcho están en esta provincia. Por su parte, Cáceres domina de manera absoluta en la transformación del tabaco y copa el 70% de la actividad de empresas dedicadas a revestimiento de suelos y fabricación de elementos de hormigón.

Como rasgo común en las dos provincias extremeñas, el estudio da fe de la atomización empresarial en la región. De hecho, siete de cada diez facturan menos de un millón de euros al año, mientras que el índice de medianas y grandes empresas (más de siete millones de euros de facturación anual) apenas llega al 3%.