El Valle del Jerte y Monfragüe y su entorno son las áreas extremeñas más dinámicas en cuanto a incremento de ingresos por actividades empresariales, según un informe elaborado por la Junta. En el análisis territorial, el documento apunta que en las dos mancomunidades del noreste cacereño la cifra de negocio creció alrededor de un 35% en el último bienio. Tras ellas aparecen la Campiña Sur, en Badajoz, y San Marcos, en Cáceres, donde la actividad también se incrementó por encima del 30%.

En el lado contrario, el Valle del Ambroz y la comarca de Mérida ocupan, respectivamente, el penúltimo y último lugar de las 28 zonas en las que el estudio divide la región, con crecimientos de los ingresos empresariales del 1,5% en el caso del Ambroz, y de un 0,7% para el área emeritense.

Este ránking varía, aunque se mantienen tendencias similares, si se analiza el incremento del valor añadido aportado por las empresas, al colocarse en primer lugar la zona de Lácara (incremento del 41%), seguida de Las Hurdes (30%), mientras que en el penúltimo puesto repite el Valle del Ambroz (sube un 2,8%), y cae al último lugar Sierra de San Pedro-Baldíos, donde el valor añadido desciende casi un 10%.

BADAJOZ SIGUE AL FRENTE Por lo que se refiere al peso económico de cada mancomunidad, la ciudad de Badajoz y su entorno mantiene, con gran diferencia, el primer lugar. Así, el área pacense concentra más del 17% de la generación total de ingresos de las empresas extremeñas, con una cifra de negocio que ronda los 1.350 millones de euros.

El segundo lugar, pero a bastante distancia, lo ocupa la comarca de Cáceres, cuyos ingresos empresariales se aproximan a los 800 millones, seguida de las Vegas Altas con 734 y Monfragüe y su entorno con 708 millones. Estas cuatro mancomunidades, junto a Mérida, Tierra de Barros, Jerez-Sierra Suroeste y Zafra-Río Bodión, suponen casi el 75% del total de negocio en las actividades económicas extremeñas, lo que da idea del alto grado de concentración de las empresas en ciertas zonas.

Prueba de ello es que las mancomunidades que tienen como centro las dos capitales de provincia suman los mismos ingresos empresariales que las 21 situadas en los puestos octavo al vigésimo octavo del ránking.

La explicación del estudio a este desequilibrio abunda en factores como la disponibilidad de infraestructuras (equipamiento industrial, red viaria y telecomunicaciones), la dotación de materias primas y mano de obra cualificada, la existencia de empresas proveedoras y clientes en la misma zona, y la configuración de un mercado con un nivel de calidad de vida y de renta razonablemente altas.

EL PESO DE LA CONSTRUCCION Al margen de la clasificación de las mancomunidades según su peso empresarial, el estudio analiza también en cada una de ellas qué tipo de actividad es la más fuerte. En términos generales es el sector de la construcción, especialmente los contratistas de obra, los que copan los primeros lugares en casi todas las zonas, pero hay algunas excepciones.

Así, y por razones obvias, en el área de Jerez es el sector de la fundición de acero el más destacado, seguido de la actividad mayorista en joyería. En Zafra, la fabricación de motores desplaza a la construcción, y en Miajadas-Trujillo se impone la fabricación de conservas vegetales. Mientras, en Campo Arañuelo aparece un sector poco conocido, como es el de la fabricación de elementos de artillería y accesorios.

Pasa a la página siguiente