NACIO EN AVEIRO, HACE 27 AÑOS.

ESTUDIO ECONOMIA EN LA UNIVERSIDAD DE COIMBRA. ES TITULADO.

TRABAJO ACTUALMENTE SE ENCUENTRA SIN EMPLEO, COMO EL 11% DE LA POBLACION PORTUGUESA.

El 5 de febrero aparecía en Facebook un manifiesto que convocaba a los jóvenes portugueses a salir a las calles de Lisboa para protestar contra la precariedad laboral en el país. Apenas un mes después, más de 300.000 personas participaron en la capital lusa y en Oporto en las que se consideran las mayores manifestaciones de la historia reciente de Portugal. Joao Labrincha, de 27 años, fue uno de los cuatro firmantes --junto a Alexandre de Sousa (25), Paula Gil (26) y António Frazao (25)-- de aquel texto que encendió la mecha de la movilización social entre las nuevas generaciones de portugueses, la Geraçao a Rasca --en castellano, generación en apuros o sin recursos--. Desde Lisboa y vía Facebook, responde a las preguntas de EL PERIODICO.

--¿Qué les empuja a escribir y publicar ese manifiesto? ¿Por qué en ese momento?--La protesta surge de manera muy espontánea, es el seguimiento de varias charlas que mantuvimos a lo largo de los últimos años. En concreto hubo una en febrero donde hablamos de desempleo, precariedad e inestabilidad laboral, y de cómo esto era transversal a las personas que conocíamos. Todos conocíamos a demasiada gente en esta situación.Solamente un par de días antes tuvimos la prueba: en un concierto en Oporto, el grupo Deolinda estrenó una canción nueva que hablaba justamente de estos temas. El efecto de esta canción, ha sido demasiado fuerte como para poder olvidar lo que está pasando en el país. Escribimos nuestro manifiesto ese mismo día. Sentimos que existía una necesidad de parte de la gente de expresar su rabia hacia esta situación.

--¿Los problemas de los jóvenes portugueses?--Esto va más allá de solo "los problemas de los jóvenes". Es verdad que la precariedad, el desempleo y el sub-empleo afectan muchísimo a los jóvenes, pero lo que se ha visto en la calle el 12 de marzo muestra que toda la sociedad está afectada. Jóvenes y más mayores, de todas las edades e ideologías.--¿Qué le piden a los políticos y al futuro Gobierno portugués --habrá elecciones el 5 de junio, tras la dimisión de José Sócrates-- para solucionar esos problemas?--En el 12-M ha confluido gente de todos los puntos de la sociedad portuguesa, de todas las edades y, me parece que esto es muy importante. La protesta ha sido un poco de todo el país. En 11 ciudades distintas y unas cuantas más en algunos puntos del extranjero la gente salió a la calle. Quienes sean elegidos el 5 de junio saben lo que ha pasado, y es sencillo: las personas quieren ser escuchadas y trabajar todos juntos para que el país tome un rumbo más justo y productivo.

--¿Qué le piden a los políticos y al futuro Gobierno portugués --habrá elecciones el 5 de junio, tras la dimisión de José Sócrates-- para solucionar esos problemas?

--¿Políticos y gobiernos están dando la espalda a la sociedad?--Este no es el juego de "encuentre al culpable". Hemos hecho mucho en 37 años de democracia, pero nadie dijo que todo iba a ser perfecto. Y ahora es el momento de intentar salir del agujero.

--En España, con problemas laborales similares, la sociedad no ha reaccionado como en Portugal. Dicen que falta cohesión, liderazgo e implicación social. ¿Cómo convencieron, unieron y movilizaron a tanta gente?--En un primer momento, la gente se convocó mediante Facebook, pero también hubo mucha gente que se añadió a la protesta, a pesar de no tener cuenta en esta red social. La confirmación de que esta no ha sido una protesta solamente virtual es que en el viernes anterior a las manifestaciones teníamos en la pagina del evento a 70.000 personas confirmadas para Lisboa y Oporto. Al final salieron a las calles de 11 ciudades en Portugal y una cuantas más en el extranjero alrededor de 400.000 personas.No es tan importante el cómo se hizo como el por qué había tanta gente en la calle. En los días previos, muchos criticaban a los jóvenes por no hacer nada. Sabíamos que la precariedad es un problema muy grave en Portugal, como mínimo 400.000 personas lo saben bien. Lo que dice de los españoles, es lo mismo que escuchamos nosotros.

--¿Qué obstáculos encontraron?--Es curioso que, justo al principio, cuando los medios de comunicación empezaron a hablar de la protesta, muchos lo criticaron e intentaron pintarlo como una pelea jóvenes contra mayores. Pero cada vez que nos criticaban, más gente se unía a nosotros. No fue fácil de hacer, pero lo que nos importa no es decir lo difícil que fue, sino seguir haciéndolo.

--¿En algún momento percibieron que alguien trató de evitar la protesta?--La ley portuguesa es clara en lo que se refiere al derecho a la manifestación, y no veo por qué alguien iba a pensar en evitar que sucediera. Quizás, en algún que otro momento hubo gente de los partidos que ha pensado en controlarlo, pero no hubo nada en concreto.

--¿Para qué ha servido la protesta? ¿Ha cambiado algo?--La protesta ha sido un primer paso hacia el incremento de la participación ciudadana en la democracia. Sentimos que está abriendo las puertas a la creación de nuevos movimientos cívicos, al refuerzo de los ya existentes, y de esta manera conseguimos que los ciudadanos se organicen en torno a propuestas y soluciones que defiendan sus derechos. Se ha creado un foro de las generaciones (12-M y el Futuro), una vez más en Facebook, donde todos pueden dar su aportación y crear las condiciones para que todos y todas puedan organizarse.

--¿Habrá más protestas?--No nos hemos planteado ninguna protesta más. Hicimos un par de acciones distintas, como intentar que la pregunta 32 de los Censos de este año (un estudio estadístico de toda la población portuguesa que influye en las decisiones políticas de la próxima década) fuera suspendida. Una Iniciativa Legislativa Popular está en marcha para dar una respuesta a las cuestiones de la precariedad.

--¿Qué cambios introduciría para lograr una sociedad mejor?Si fuera fácil ya habríamos dado contestación. Pero creemos que la clave es que la gente esté informada y participe en la sociedad. La democracia no existe solo cuando hay elecciones. Ser ciudadano es algo que hacemos cada día.