Saber que la causa judicial abierta contra él por la denuncia del PP y algunas asociaciones católicas se ha archivado no ha sorprendido a José Antonio Montoya, ya que según manifestó ayer a este diario "yo intuía que iba a ser así, pues el trabajo que ha motivado las denuncias era ya antiguo y las exposiciones se hicieron también hace ya años".

Sigue considerando "sin sentido" que al cabo de tanto tiempo "surgieran críticas y denuncias por unas obras tan antiguas", y convencido de que no ha cometido ningún delito, de que "no hay delito alguno en este trabajo". Los denunciantes, opina, justifican que puede ser un delito en un solo argumento, que "según ellos estas fotografías no son arte, pero para esta afirmación no dan un solo argumento, pretendiendo que aceptemos que no son arte simplemente porque lo dicen ellos".

En su opinión, estas fotografías que hizo hace ya 10 años "podrán ser blasfemas, heréticas o lo que cada uno quiera", pero desde luego, afirma rotundo, "son arte, porque yo me dedico desde hace muchos años al arte y tengo una trayectoria ya demostrada de muchos años". De hecho, hace constar, con su colección de los santos que tanta polémica ha suscitado le han dado recientemente el premio Erotic en Londres, "noticia que se ha enviado a todos los medios y de la que ninguno ha informado, lo que es claramente una censura encubierta"; y ahora, además, está nominado también para otro premio en Alemania por esta misma colección.

Es por todo ello por lo que Montoya no tiene ningún reparo en afirmar que "hablar de pornografía, blasfemia..." al referirse a estas fotografías suyas "son argumentos estúpidos de gente que no tiene ningún nivel cultural, y nada más".

Las consecuencias

Aunque afirma que profesionalmente no le ha afectado toda esta polémica, reconoce que sí lo ha hecho a nivel personal, "en el sentido de que me han destruido el coche, me han pintado la casa, tengo más de 300 amenazas de muerte denunciadas, he tenido que salir a la calle disfrazado cuando soy un hombre normal...". Y pese a afirmar que en algunas páginas de internet de ciertas asociaciones continúan difamándole y vertiendo críticas muy fuertes contra él, reconoce también que a nivel personal "ya no sufro amenazas ni ningún tipo de ataque, hago mi vida normal, saliendo poco y trabajando como siempre".

E insiste que a nivel profesional, como artista, toda esta polémica no le ha afectado ni condicionado en ningún sentido. "Yo soy mentalmente indestructible, por una razón muy clara, que estoy muy seguro de lo que hago, y lo que yo he hecho en este trabajo que se cuestiona es plasmar un punto de vista sobre una cuestión religiosa, personal y nada más; hice una crítica porque consideré en aquel momento que debía hacerla, la hice y se acabó".

Y como prueba de que sigue volcado en su trabajo señala que en estos momentos está preparando una colección, a la que denomina Símbolos y sonámbulos, "que esta basada --comenta-- en la fotografía simbólica, con la connotación de sonámbulos, que es una colección que habla de la gente que ha perdido la ilusión por vivir".