Para José Antonio Pérez Rubio la apuesta por un modelo de desarrollo sostenible es vital, aunque lo prioritario es "definir primero un modelo". El decano de la Facultad de Empresariales de la Universidad de Extremadura (Uex) en Cáceres cree que el problema extremeño radica en la falta de una política concreta de desarrollo y no tanto en la mayor o menor explotación de los recursos naturales disponibles. Pero dado el alto grado de conservación medioambiental que goza la comunidad autónoma, bajo su punto de vista la solución actual pasa por "apostar por una industria postindustrial, es decir, por la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), la revalorización y recuperación del valor añadido del sector agropecuario, las nuevas tecnologías... y no por centralizar el desarrollo industrial en un proyecto tan poco sostenible y tan localizado en un punto concreto del territorio como es la refinería".

En este sentido, Pérez Rubio afirma que "tenemos una región con una sociedad, unas ciudades y unos pueblos bastante sostenibles; lo que hay que lograr es que esa sostenibilidad sea además productiva". Es decir, ve compatible la conservación del medio ambiente con el crecimiento económico siempre y cuando se apueste por los proyectos industriales adecuados. "Debemos hacer de la agricultura ecológica nuestra seña de identidad, apostar por energías renovables, relanzar el turismo de calidad, insistir en el desarrollo rural y en la sociedad del conocimiento y de la formación", insiste.

El decano de Empresariales de la Uex agrega que si el Gobierno regional persiste en su idea de convertir la refinería en Tierra de Barros en el motor del desarrollo regional habrá un coste medio ambiental que provocará una pérdida en el valor ecológico de la región y una erosión en sus actuales señas de identidad. "Con esa gran inversión repartida en varios puntos puede lograrse un desarrollo similar sin tanto coste ecológico", apunta Pérez Rubio.