"No tenemos nada que ver con Aldea Moret o Los Colorines. Ellas son barriadas sociales con unos problemas determinados y nosotros un barrio de 12.000 vecinos, de clase media y con una preocupación social puntual: 64 viviendas de obra sindical que corren el riesgo de convertirse en gueto". Son palabras de Juan Pablo Castiñeira, presidente de la Asociación vecinal Cotillo de San Antón, de Plasencia. "Son viviendas de 50 años con graves problemas de humedades, grietas, accesos... Y que en 10 años pueden convertirse en infraviviendas, malvendidas a gente de escasos recursos y con riesgo de convertirse en gueto", explica. Por eso muestra su respaldo con la Federación de Barriadas Sociales, aunque no se ve identificadas con ellas, y plantea crear un instituto o dirección general para ayudar a este tipo de vecindarios.