El vicepresidente de la Generalitat cesado y líder de ERC, Oriol Junqueras, pidió ayer al soberanismo seguir adelante una vez proclamada la independencia pese a que la comunidad autónoma catalana está intervenida por el Estado y defendió continuar adelante sin renunciar «nunca» a las urnas para «validar la República». En un artículo en El Punt Avui, rechazaba «reconocer el golpe de Estado contra Cataluña ni ninguna de las decisiones antidemocráticas» que cree que ha tomado el Gobierno central.

Ante esto, plantea «recomponer» las fuerzas independentistas y su estrategia, y también ve necesario ir tejiendo alianzas sólidas con todos los actores sociales y económicos decididos a construir un verdadero Estado (catalán) al servicio de la ciudadanía.

En su texto, avisaba de decisiones «que no serán siempre fáciles de entender» en los próximos días y citaba al líder de Podem, Albano Dante Fachin (SíQueEsPot), para pedir una estrategia compartida, en palabras de este, al que agradecía textualmente su compromiso inequívoco con la libertad y la justicia.

Además, sostenía que Carles Puigdemont y Carme Forcadell son y seguirán siendo el presidente de la Generalitat y la presidenta del Parlament, «al menos hasta el día en que la ciudadanía decida lo contrario en unas elecciones libres».

También criticaba que el Ejecutivo del PP «ha entrado en Cataluña» con el apoyo del PSOE y con el objetivo de controlar los medios de comunicación, intervenir el sistema educativo y poner a su servicio los cuerpos policiales, y le acusaba de perjudicar a la sociedad catalana cambiando la ley para facilitar el cambio de sede social de empresas.

«Llegan al extremo de presionar a grandes empresas para llevárselas de Cataluña», lo que enmarca en un proceso de involución del autogobierno que ve desde hace años y que busca la subordinación de las autoridades catalanas, aseguraba.

«ARROGANCIA» / «Nunca nos han intentado seducir sino que han querido resolver el malestar creciente en Cataluña con arrogancia y visceralidad», y recordaba las cargas policiales en el referéndum y la prisión para los presidentes de la ANC y de Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, lo que contrasta, según su oponión, con el referéndum pactado que hubo en Escocia. «Tanto da, para el Gobierno español, que la mayoría de catalanes quieran votar» o si el Parlament aprueba medidas contra la pobreza energética -subrayaba-, porque las decisiones que no cuenten con el aval del Partido Popular y el PSOE no son autorizadas, lamenta.

LA CUP / Por otra parte, la portavoz de la CUP Núria Gibert expresó también ayer el apoyo sin fisuras al Govern cesado en aplicación del artículo 155 y no descartó que la organización independentista se presente a las elecciones catalanas del 21 de diciembre, aunque la decisión la tomará en todo caso su militancia.

En una rueda de prensa para valorar la actualidad política después de un encuentro de concejales y cargos electos de la CUP, Gibert fue preguntada sobre si aceptarán ir a las elecciones autonómicas que oficialmente ha convocado el Gobierno central tras cesar al presidente catalán y sus consejeros como respuesta a la declaración ilegal de independencia. «No descartamos presentarnos el 21 de diciembre porque no descartamos nada, y esto lo tiene que decidir la militancia. Pero no avalamos ninguna medida del artículo 155, solo aceptamos el mandato del 1 de octubre», señaló. La CUP apoya al Govern cesado, al que considera el «legítimo» de la «república catalana», y por contra no reconoce la autoridad del Gobierno del Estado: «Nosotros no tenemos ni rey ni virreina».

El pasado viernes, tras conocer la convocatoria de elecciones autonómicas por parte de Mariano Rajoy, la diputada de la CUP Mireia Boya llamó a celebrar el 21-D una «paella masiva insumisa». «El 21 de diciembre paella masiva insumisa. Somos República», publicó la diputada autonómica a través de Twitter. El mensaje de la diputada recibió numerosas muestras de apoyo, siguiendo la convocatoria de esta manifestación popular de repulsa, pero también alguna crítica porque este plato es de origen valenciano y no catalán.