El Consejo Regional de Caza acordó ayer suscribir la propuesta de la Consejería de Medio Ambiente sobre el control de la superpoblación de especies cinegéticas con el objetivo de frenar los contagios de enfermedades como la tuberculosis, que afectan principalmente a jabalís y ciervos en zonas del entorno de Monfragüe y de la Sierra de San Pedro, si bien no es un problema exclusivo de Extremadura, sino que lo sufren también las regiones de nuestro entorno.

Los miembros del Consejo, reunidos en Mérida para abordar la orden de veda de caza para la temporada 2010/2011, analizaron también el informe presentando por los técnicos de Sanidad Animal de la Consejería de Agricultura sobre la situación de casos de tuberculosis bovina, que ha hecho que numerosos ganaderos hayan tenido que matar a sus reses por haberse infectado de ciervos y jabalís, y que llevan meses reclamando la adopción de medidas contra la propagación de la enfermedad.

HABIA PREOCUPACION La resolución del Consejo viene a atender parte de las recomendaciones realizadas por técnicos y expertos en la reunión celebrada el pasado 27 de enero en Cáceres (ver EL PERIODICO del 28-I-10), donde se alertaba del "preocupante" contagio por tuberculosis de la cabaña bovina, y que algunos estudiosos de la Uex evalúan entre un 20% y un 40% los ciervos y jabalís infectados en algunos puntos de la región.

En este sentido, y dado que determinados mamíferos ungulados silvestres, fundamentalmente ciervos y jabalís, comparten la tuberculosis y otras enfermedades con el ganado doméstico, el Consejo Regional de Caza considera, según la nota emitida por la Junta, la posibilidad de actuar sobre la población de las especies cinegéticas. Para ello, se ponen en marcha una serie de actuaciones, entre las que se contemplan, por un lado, medidas contra el hacinamiento, actuando sobre las densidades de especies cinegéticas, así como sobre la suplementación a determinados animales.

Por otro lado, el Consejo articula medidas para la gestión de restos de las acciones cinegéticas, como son la eliminación de residuos en las propias acciones, elaborando controles sanitarios, así como ampliando la vigilancia y las inspecciones. Además, propone medidas de gestión de poblaciones y la interacción entre fauna cinegética y ganadería.

CASOS URGENTES Por razones de sanidad animal, también se podrá declarar la emergencia cinegética de una zona para controlar las especies de caza en aquellos municipios en los que exista un riesgo alto de propagación de la enfermedad.

Dicha declaración supone que se podrán abatir ciervas en las monterías ordinarias organizadas por los cotos de caza situados en aquellas poblaciones con mayor riesgo de propagación de la tuberculosis bovina. En estas acciones, tanto las ciervas como los jabalís, podrán ser abatidos, aunque no esté previsto en los Planes de Aprovechamiento Cinegético aprobados.

Del mismo modo, en los recechos selectivos que se realicen en estos cotos se podrá solicitar la ampliación del cupo de captura y los plazos para realizarlos.

De forma excepcional, y exclusivamente para ciervas y jabalís, podrá repetirse la acción cinegética en cotos en los que ya se hayan celebrado monterías, batidas o ganchos, previa solicitud a la Dirección General del Medio Natural, al que deberá acompañar un certificado de la Dirección General de Explotaciones Agrarias y Calidad Alimentaria que así lo aconseje.

Igualmente, según el acuerdo adoptado por el Consejo Regional de Caza, se podrán realizar acciones de caza extraordinarias en algunos cotos privados de caza menor, deportivos y en terrenos de régimen cinegético común.MAS ALIMENTACION Teniendo en cuenta que una de las actividades que generan mayor hacinamiento de las especies cinegéticas es la aportación de alimentación suplementaria en los mismos lugares y de forma continuada, el Consejo ha propuesto diversas medidas.

Así, los jabalís solo podrán ser alimentados con cereales, excepto con maíz, y en el caso de realizarse la suplementación, esta deberá hacerse con una densidad de al menos un comedero por cada 250 hectáreas o fracción, procurando siempre que sea posible que se encuentren alejados, entre ellos y de los puntos de comida y agua del ganado doméstico, al menos un kilómetro.

Mientras, a otros ungulados se les podrá suplementar de modo que no sea accesible a la ganadería doméstica ni atractiva a los jabalís.

Además, no deberán quedar reses o partes de reses cinegéticas en el campo tras las acciones, excepto cuando se garantice que estos están libres de enfermedades que puedan contagiarse al ganado doméstico. Para ello, será obligatorio eliminar las vísceras y residuos.

Por otra parte, el Consejo Regional de Caza acordó que los Agentes del Medio Natural aumenten sus controles y se solicita al Seprona que preste especial atención a las acciones que se realicen en estos municipios y, especialmente, a los restos abandonados.

De cara a la gestión de las poblaciones de especies ganaderas y cinegéticas, el Consejo ha propuesto una gestión conjunta entre titulares cinegéticos y ganaderos, con el fin de evitar los puntos comunes de alimentación y abrevadero, y seleccionar el tipo de alimentación y los lugares y momentos de suplementación.

TRABAJO CONJUNTO Además, este órgano aconseja compaginar el manejo ganadero con las acciones cinegéticas, como podría ser el retraso en las entradas de ganados a las manchas tras la celebración de monterías.

De cara a esta temporada, se espera que la situación mejore, tanto por las medidas propuestas por el Consejo Regional de Caza como por el hecho de que no se da uno de los factores que más han podido incidir en la propagación de la tuberculosis: la sequía.

No obstante, durante los últimos años no se han abatido el número de ciervos y jabalís que estaba permitido, lo cual también ha llevado a una sobrepoblación de ambas especies.

Finalmente, el Consejo recuerda que desde hace 10 años publica anualmente una resolución por la que se declara la emergencia cinegética en las comarcas de Sierra de San Pedro-Riberos del Salor, entorno de Monfragüe y del embalse del Cíjara, así como en las zonas de Azuaga y Villuercas e Ibores.