La propuesta de financiación sanitaria no ha gustado en la Junta, desde donde se ha señalado que es "francamente mejorable". Según el Ejecutivo extremeño el documento está siendo examinado por las consejerías de Sanidad y Hacienda, y se insiste en la premisa de que Extremadura mantenga su peso en el gasto sanitario. Y es que el planteamiento conocido ayer rebaja considerablemente las expectativas de Extremadura en cuanto a fondos adicionales, ya que se ha pasado de en torno a 90 millones de euros a menos de 30 millones. La razón es que el modelo contempla que la partida adicional sea de 1.000 millones en dos años, en lugar de los 3.000 millones que se barajaban en principio.

De este modo, y aún manteniéndose la proporcionalidad actual que otorga a la región el 2,95% del fondo, el total a recibir sería de 29,5 millones.

En cuanto a la otra parte de la propuesta, la que marca que en el futuro, y una vez consumido este fondo, la financiación se realice mediante un incremento de ciertos impuestos, especialmente los que gravan el alcohol, tabaco y gasolinas, cabe señalar que desde la Junta ya se manifestó rechazo a esta posibilidad.

Así, tanto el presidente Rodríguez Ibarra, como el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, ya habían mostrado antes fuertes reticencias. En concreto, Fernández Vara indicó que "los recargos impositivos jugarían a favor de las regiones que cuentan con una renta mayor, porque al tener sus habitantes mayor capacidad de gasto, generarían más recursos por la vía de los impuestos".