La Junta de Extremadura destaca la situación "normalidad absoluta" en la Administración autonómica durante las primeras horas de huelga general.

Según recoge la agencia Europa Press, el Gobierno regional asegura que los servicios nocturnos "han funcionado como en un día normal abriendo todos sus centros" y hasta el momento no se ha registrado ninguna incidencia.

Además, recuerda la Junta y los sindicatos llegaron a un acuerdo de mínimos para garantizar la prestación de servicios a los ciudadanos, de tal forma que este miércoles "funcionarán con normalidad todos sus centros, registros, hospitales, servicios de urgencias y emergencias, etcétera", con el objetivo de que el paro convocado por las principales centrales sindicales "repercuta lo menos posible en la atención al ciudadano".

Ante esta situación, la Junta de Extremadura muestra su confianza en que la jornada "se siga desarrollando sin incidentes", ya que según señala, "en la misma medida que se garantiza el derecho a secundar la huelga, se debe respetar el derecho al trabajo de quienes quieran desarrollar su jornada laboral con normalidad".

Ganado el primer asalto, según los sindicatos

Por otro lado, CCOO y UGT en Extremadura dan por ganado el "primer asalto" al Gobierno central en lo que va de jornada de huelga general, al haber conseguido un "seguimiento masivo" y un "éxito rotundo" en los sectores industrial, de basuras y limpieza viaria, del transporte y de la construcción.

El secretario general de CCOO en la región, Julián Carretero, quien empleó el símil boxístico, ha pedido además a los trabajadores del sector servicios, cuyos horarios comunes arrancan a partir de las 9 o 10 de la mañana, que secunden a sus "compañeros" de los citados sectores, cuyos turnos se inician a medianoche o antes y se van sucediendo a lo largo de la madrugada y primeras horas del día.

Por su parte, el secretario general de UGT en Extremadura, Francisco Capilla, se ha mostrado convencido de que el Gobierno deberá replantearse sus "políticas regresivas" para con los trabajadores, las cuales "no van a ninguna parte" y no sitúan a España hacia países como Alemania, Reino Unido o Francia, sino hacia otros como Rumanía.

Los dos dirigentes sindicales han subrayado además que la presencia de los piquetes en los centros de trabajo se ha desarrollado "sin ningún tipo de incidentes", lo cual demuestra que su trabajo "no se debe criminalizar como se ha estado criminalizando desde algunos sectores de la sociedad".