Los pirómanos han provocado en lo que va de verano más de una docena de incendios en Extremadura, algunos de los cuales han estado a punto de provocar importantes desgracias personales. Por eso, la Junta ha anunciado que se personará como acusación particular en todos los procesos que se abran tras las correspondientes investigaciones de la Guardia Civil. Y es que, según las primeras estimaciones, en los últimos 15 días han ardido ya en la comunidad extremeña alrededor de 30.000 hectáreas.

Los expertos en la lucha contra el fuego tienen claro que los pirómanos son los responsables de más de una docena de los principales focos incendiarios que se han producido en la región en las últimas semanas.

NUEVAS INVESTIGACIONES

Aún así, habrá que esperar las investigaciones del Seprona en el resto de los frentes, puesto que podría haber aún más fuegos provocados.

El director general de Desarrollo Rural de la Junta, Francisco Javier López Iniesta, explicó a EL PERIODICO EXTREMADURA que algunos fuegos han sido "descaradamente provocados". Es el caso, por ejemplo, de Castilblanco, donde se encontró una lata que olía a combustible, o Alía, donde se hallaron varias cabezas de cohetes. Más llamativos resultan los casos de Castilblanco y Herrera, ya que en ambos fuegos se provocaron varios focos en días consecutivos en el mismo punto, siempre junto a la carretera. El consejero destacó también lo ocurrido en Hoyos, donde un pirómano abrió tres focos simultáneos justo cuando el viento se dirigía hacia la población, lo que, a su juicio, demuestra que era "un asesino en potencia".

Ante esta situación, López Iniesta avanzó que el Gobierno regional se personará como acusación particular en los procesos que se puedan abrir tras las pertinentes investigaciones. Iniesta reconoció que será complicado teniendo en cuenta la actual legislación, porque "a veces se sabe quién ha sido pero la justicia no puede actuar por falta de pruebas".

La negligencia es otra de las causas habituales en el origen del fuego. Así, el gran incendio de Las Hurdes, que llegó procedente de Salamanca, se originó, al parecer, a raíz de una quema de rastrojos descontrolada. Pese a todo, aún no se conoce la causa de la mayoría de los fuegos, puesto que las investigaciones continúan.

Por otra parte, a primera hora de la tarde de ayer se dieron por fin por controlados los dos últimos frentes que había activos después de que durante la madrugada del domingo se reactivase el foco de Ovejuela. De esta forma, la región recupera una situación de normalidad que no se conocía desde el 31 de julio.

Aún así, el Comité Asesor del Plan Territorial de Protección Civil decidió ayer mantener el máximo nivel de alerta al menos hasta mañana, lo que permitirá seguir disponiendo de numerosos medios ante un hipotético rebrote del fuego. Durante las próximas horas el trabajo de los bomberos consistirá en refrescar las zonas que han ardido para extinguir completamente los incendios.Por otra parte, López Iniesta señaló que según las primeras estimaciones han ardido en la región cerca de 30.000 hectáreas, aunque insistió en que "no es tan importante el número como el valor de lo quemado, porque no todas las hectáreas son iguales".