En la evaluación del resultado del programa operativo recién concluido, la Junta resaltó que ha permitido que la riqueza regional se incremente en 5,4 puntos. Además, se afirma que las actuaciones derivadas de este plan supusieron un tercio del gasto total de la región en I+D.

Asimismo, el análisis indica que se movieron proyectos de inversión privada que sumaron un 18,3% a la inversión que hubiese habido sin ayudas europeas, y se incrementó el empleo en un 5,6%.

Por ámbitos de actuación, el informe indica que en el sector productivo casi 10.000 empresas, la mayoría de ellas pymes, se beneficiaron de aportaciones del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, donde la inversión programada sumó 770 millones.

Por lo que se refiere al ámbito medioambiental, uno de los que supusieron, en el sentido más amplio de estas políticas, un mayor gasto sobre el total de la programación, el estudio explica que gracias a los fondos europeos se consiguieron construir 272 kilómetros de redes de abastecimiento de agua. Del mismo modo, se emprendieron acciones que permitieron recuperar alrededor de 4.600 hectáreas de espacios naturales que presentaban algún grado de deterioro. Finalmente, en lo que a este sector se refiere, el plan de residuos de Extremadura experimentó un gran impulso, con la construcción de siete plantas para el tratamiento, recuperación y reciclaje de residuos sólidos urbanos.

Respecto a la sociedad de la información, y al margen de acciones formativas y de desarrollo de redes de telecomunicaciones, las ayudas permitieron que 3.600 pymes pudiesen acceder a nuevos servicios.

Asimismo, las ayudas han permitido que Extremadura continúe mejorando sus infraestructuras de comunicaciones, como es el caso de la culminación de la conversión en autovía de la N-630, uno de los principales focos de inversión.