La consejera de Presidencia de la Junta de Extremadura, María Antonia Trujillo, aseguró ayer en Moraleja que la Administración regional se pondrá en contacto con el Gobierno de Castilla y León, --lugar de residencia del militar fallecido Feliciano Vegas--, para que el ejecutivo de esta comunidad autónoma pida al Ministerio de Defensa que "se clarifiquen los hechos y se colabore con las familias de los fallecidos de la forma más positiva posible". Estas declaraciones las realizó después de acompañar a los familiares, amigos y vecinos en el funeral de Vegas, de 33 años.

Trujillo matizó que la Junta de Extremadura no tiene competencias en materia de Defensa y dijo que la decisión tomada por el Gobierno extremeño ha sido por el deseo expreso de la familia de Moraleja. La consejera aprovechó la ocasión para expresar sus condolencias, que extendió no sólo a los familiares de los militares cacereños, sino también a los de los militares que residían en otras ciudades de España.

Por lo que respecta a los funerales de Vegas y Juan Jesús Nieto, los vecinos de Moraleja y Montehermoso se volcaron para dar el último adiós como héroes a los militares. En Moraleja, sobre las diez de la mañana cientos de paisanos se congregaron en la Iglesia de la Piedad para despedir al joven. La misa, que comenzó a las once de la mañana, fue oficiada por el párroco Pedro Nieto quien leyó un telegrama de pésame enviado por la Conferencia Episcopal. Tras la misa, unas 2.000 personas accedieron a la iglesia para dar el pésame a la viuda, padres y demás allegados.

Uno de los momentos de mayor dolor se vivió al llegar el féretro a la iglesia, un traslado del tanatorio a la iglesia que hicieron a pie los propios compañeros del fallecido con el ataúd a hombros. En la puerta, la viuda del militar, Eva Jiménez, y la madre Antonia Javier, rompieron a llorar y gritaron: "No hay derecho".

Asistieron al funeral miembros de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, del Gobierno Militar de Cáceres y compañeros de Feliciano vegas de la Unidad Militar de Burgos.

UNA BODA FRUSTRADA

A la misma hora en Montehermoso, las tiendas aparecían cerradas y todo el pueblo estaba en la calle. Ningún vecino quiso dejar de despedirse de su paisano y sargento de 29 años Juan Jesús Nieto, conocido como Susi .

La familia llegó la madrugada de ayer con sus restos mortales desde Madrid y tras el velatorio de la noche, a las 10.30 horas salía el cortejo fúnebre desde el tanatorio hasta la iglesia de la Asunción. Familiares, amigos, y vecinos de Montehermoso y otros pueblos le acompañaron en su recorrido mientras sus amigos y miembros de la Comandancia de Badajoz portaban el féretro cubierto por la bandera española.

Más vecinos les esperaban ante la iglesia y recibieron a la comitiva con aplausos mientras sus compañeros del Cuerpo de Ingenieros de Burgos entraban el féretro seguidos por sus padres, novia y otros familiares y amigos cargados con ramos de flores y coronas fúnebres.

El párroco del pueblo, Angel Martín, concelebró junto a otros tres sacerdotes la misa, en la que no faltaron las palabras emotivas de un amigo, que aludió a la boda de Juan Jesús Nieto prevista para septiembre del próximo año y que todos esperaban con ilusión. Tras finalizar la misa, el féretro volvió a ser recibido con aplausos y posteriormente trasladado al cementerio municipal.

Al funeral asistieron también el alcalde en funciones y electo y el vicepresidente de la Junta, Carlos Sánchez Polo, que expresó la solidaridad de la Administración regional con la familia y vecinos.