Los proyectos actualmente existentes para generar energía renovable en Extremadura podrán cubrir el 20% del consumo en el 2012 y el 40% en el 2020. Esos proyectos suponen una inversión de más de 2.500 millones de euros. Son las previsiones que maneja la Junta a tenor de las iniciativas presentadas hasta el momento en la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente. Además, todo ello dejará a los ayuntamientos donde se ubiquen las plantas más de 100 millones de ingresos en los próximos cuatro años, debido a las licencias de obras y al canon por calificaciones urbanísticas. Así lo apuntó ayer el titular de este departamento, José Luis Navarro, que compareció ante la Cámara para informar de la situación actual y de las perspectivas de las energías renovables en la comunidad autónoma.

El apoyo a las energías renovables no es incompatible con ningún otro proyecto. Y en este sentido, Navarro insistió en que la Junta "no va a aceptar" que la limitación de la emisión de gases de efecto invernadero se haga a costa de impedir el desarrollo industrial de la región.

El consejero se mostró "razonablemente satisfecho" con lo conseguido hasta ahora en la región referido a las energías renovables, que contribuirán a reducir la dependencia energética extremeña pero, advirtió, que "no garantizan el suministro de energía eléctrica, por depender del sol y el viento".

Lo cierto es que han sido muchas las solicitudes para la instalación de plantas para explotar este tipo de energías, sobre todo la fotovoltaica y la eólica (con 724 y 98 proyectos presentados, respectivamente), que son con diferencia las que más interés han despertado, tal y como se detalla en el informe adjunto que acompaña a esta información en la siguiente página.

El consejero reafirmó la apuesta de la Junta de Extremadura por "potenciar el área energética", para lo cual en esta legislatura se creó la consejería que él dirige y dentro de ella, una nueva dirección general centrada en las energías renovables. También resaltó que el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, se marcó cómo prioridad agilizar los trámites administrativos previos al inicio de las obras de estas instalaciones, un objetivo que, según el consejero, se ha cumplido razonablemente, ya que "los plazos se han reducido significativamente", aunque "sin renunciar al rigor en la protección del medio ambiente".

CONTROL DE GASES SI, PERO... En ese sentido, señaló que se están sometiendo a evaluación de impacto ambiental todos los proyectos de potencia superior a un megavatio.

Así, Navarro aludió a la "supuesta contradicción" de la que el Partido Popular ha acusado a la Junta en reiteradas ocasiones al abogar por este tipo de energías y apoyar por otro lado la instalación de industrias que emiten gases efecto invernadero, sobre todo la construcción de la refinería en Tierra de Barros. El consejero fue tajante al respecto: "No aceptamos desde Extremadura que el objetivo global de reducción de gases de efecto invernadero limite nuestra capacidad de crecimiento, de desarrollo industrial", explicó.

A su juicio, "sin ser triunfalistas", y a sabiendas de que "queda mucho trabajo por delante", indicó que los extremeños pueden sentirse satisfechos de la posición que ocupa la comunidad en energías renovables.