Entre tres y cuatro años tendrán que pasar para que la superficie arrasada por el fuego durante este verano en Extremadura, más de 30.000 hectáreas, se regenere y vuelva a su estado natural, según indicó el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana.

De momento, todos los técnicos de Medio Ambiente trabajan minuciosamente para valorar los daños producidos por los incendios y poder establecer en el tipo de ayudas y necesidades que se requerirán. Así, la Junta estudia cómo prevenir la erosión que se puede ocasionar en la zona cuando comiencen las lluvias y por ello se están llevando a cabo ya tareas preventivas en todas las zonas afectadas, informa Ep.

En los que se refiere a las críticas que desde varios colectivos de las zonas afectadas se han vertido sobre la actuación de la Junta de Extremadura, la mayoría de ellas por parte de municipios y ediles del PP, Quintana declaró que "criticar es fácil". Explicó en este sentido que en lo que a los cortafuegos respecta la Junta había realizado todos los solicitados.

REFLEXION NECESARIA

Dijo asimismo estar de acuerdo con la convocatoria prevista por el Ministerio de Medio Ambiente para reflexionar acerca de los ocurrido, aunque se pregunta "si el fuego es capaz de atravesar una autovía de seis carriles, pantanos, ríos y carreteras, ¿cómo se plantea eso?".

Por otra parte, el concejal de Medio Ambiente de Valencia de Alcántara, Marcial Arranz, anunció ayer que la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta está ultimando un proyecto de repoblación de Sierra Fría y de los montes de Jola. Este plan incluye actuaciones específicas contra la erosión del terreno, y a principios del próximo mes actuará maquinaria "para introducir unos subsolados de 80 ó 90 centímetros que permitan que el terreno se fije y que podamos aprovechar la capa freática".