Si la racionalización del gasto se ha convertido ahora en la prioridad de todas las administraciones públicas, la falta de ingresos continúa constituyendo su principal problema cuatro años después del inicio de la crisis económica. Prueba de ello es que la recaudación tributaria, que constituye la principal fuente de aprovisionamiento de las arcas públicas, sigue mostrando signos de estancamiento. De hecho, superado la mitad del actual ejercicio económico, la Junta de Extremadura apenas ha ingresado una tercera parte de lo que se había previsto en el presupuesto regional para 2011 y su nuevo equipo de Gobierno se encuentra trabajando actualmente en un complejo sudoku para cuadrar las cuentas del año que viene, que tendrán importantes recortes.

Lo cierto es que las Administraciones no han parado, desde 2008, de adoptar medidas para revitalizar esta partida de ingresos. Pero la recaudación apenas ha mostrado síntomas de recuperación. Ahora mismo los únicos indicios positivos se divisan en las cifras de recaudación de los impuestos cedidos a la comunidad autónoma y en los ingresos Estatales del IRPF.

Los primeros, que son los tributos del Estado cuya gestión o recaudación está transferida a los gobiernos regionales (como es el caso de los impuestos sobre Sucesiones y Donaciones, Venta de Hidrocarburos, Electricidad, el IVA o el IRPF), han generado una aportación de 670,6 millones de euros a las cuentas de la Junta hasta el 30 de junio. La Consejería de Economía y Hacienda no facilita datos sobre la cuantía recaudada en ese mismo periodo del año pasado, lo que impide hacer comparaciones y ver su evolución. Pero, si se toma como referencia el hecho de que en todo el 2010 se obtuvieron 1.051 millones por estos conceptos --lo que implica que a mitad del 2011 ya se han recaudado el equivalente al 64% de los ingresos del Ejercicio anterior--, la tendencia parece ser positiva y apunta hacia un incremento al final del presente curso económico.

No obstante hay que tener en cuenta que en los últimos 12 meses se han introducido distintas medidas legislativas, que son las que pueden estar detrás de este posible incremento de la recaudación de impuestos cedidos. Una es la aplicación del nuevo modelo de financiación autonómica, con el que la comunidad autónoma pasa de recibir el 33% de la recaudación del IRPF al 50%; del 35% del IVA al 50%; y del 40% de los impuestos especiales (tabaco, alcohol, hidrocarburos) al 58%. Pero además, el Ejecutivo autonómico aprobó en 2010 la Ley de Medidas Tributarias, retocando al alza el tramo autonómico del IRPF a pagar por las rentas más altas y el impuesto sobre transmisiones y estableciendo el denominado céntimo sanitario , que grava con dos céntimos por litro la venta de combustible.

LEJOS DEL OBJETIVO Entre unas y otras medidas, la Junta de Extremadura esperaba elevar sus ingresos tributarios hasta los 1.769 millones de euros este año (516 más que en el 2010). Pero hasta ahora (a fecha de 30 de junio) solo ha recaudado 689 millones, lo que supone poco más de un tercio de lo previsto en los Presupuestos Generales de la comunidad para este 2011.

De esa cuantía total, una parte muy minoritaria corresponde a los impuestos propios de la comunidad autónoma, es decir, los creados por el Gobierno regional y que van directamente a sus arcas. Es el caso del impuesto sobre los Depósitos de las Entidades de Créditos, del que grava los Aprovechamientos Cinegéticos, del tributo sobre el Suelo sin Edificar y del que pesa sobre instalaciones que inciden sobre el medio ambiente. Hasta junio la Junta había recaudado apenas 18 millones de euros por estos conceptos, cuando en todo el 2010 se obtuvieron 101 millones. En este sentido, desde el 1 de enero se ha suprimido el impuesto sobre suelos sin edificar (que en los últimos años ya no reportaba nada a las arcas regionales, al estar bonificado al 100%), mientras que se ha buscado incrementar la recaudación ampliando el tipo de actividades a las que se cobra el impuesto sobre instalaciones contaminantes y se ha subido el tipo sobre los depósitos financieros. Por el primero de estos dos, la Junta espera recaudar al finalizar el año casi 47 millones de euros (dos más que el ejercicio pasado) y por el segundo, 28 millones (10 más).

Esta cuestión está de plena actualidad en la comunidad autónoma dentro del debate sobre las cuentas públicas y el déficit de la Junta. El nuevo Gobierno regional, que está ultimando el presupuesto del próximo año, ha anunciado un recorte del 10% en el gasto ante las dificultades de la Administración para alcanzar los ingresos previstos para este año por el anterior Ejecutivo. El presidente de la Junta, José Antonio Monago, ya se ha comprometido a no subir los impuestos.

DISPARIDAD EN LOS INGRESOS También en la escena nacional el tema está sobre la mesa. Los candidatos de PP y PSOE a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, ya han comenzado a adelantar cuáles serán sus iniciativas electorales en materia tributaria de cara a las elecciones del 20 de noviembre.

En el conjunto del Estado, los ingresos por vía tributaria alcanzaron los 97.377 millones de euros hasta julio (un 1% más). Según el Ministerio de Economía, estos datos se encuentran coyunturalmente afectados por factores como la mayor agilización temporal de las devoluciones a empresas y personas físicas, el calendario de vencimientos de la deuda y la entrada en vigor del nuevo sistema de financiación autonómica, con mayores márgenes para las regiones en IVA o IRPF.

En lo que va de año, el Estado ha recaudado 604 millones de euros en Extremadura, mientras que el año pasado había ingresado 40 millones más a estas alturas. Por capítulos, se observan descensos importantes en el impuesto de Sociedades (31 millones, frente a 49 el año pasado) y en el IVA (166 millones, frente a 209 hace un año) pese a que los tipos impositivos aumentaron julio del 2010. "No hay una explicación clara. Puede deberse al cese de actividad o cambios societarios en alguna gran empresa de la región", apuntan desde la Agencia Tributaria. Frente a eso, ha crecido la recaudación por el IRPF, con unos ingresos de 399 millones (un 5% más que hace 12 meses), aunque es una subida ligeramente inferior a la registrada en la media nacional (5,2%). También ha aumentado un 24% la aportación vía impuestos especiales, en parte por las continuas subidas aplicadas sobre el precio de las cajetillas de tabaco en la parte fijada por el Gobierno.