La Junta de Extremadura mantiene una "vigilancia especial" sobre la frontera lusa con la provincia de Cáceres tras reavivarse el incendio de Castelo Branco y existir focos activos en la Sierra de San Mamede, según informa Efe.

El peligro se centra en el municipio de Castelo Branco donde 197 bomberos intentan dominar los fuegos incontrolados y avivados por el fuerte viento de los municipios de Idanha-a-Nova y Pai Agua, además de otros cuatro focos que siguen activos.

La ola de incendios forestales que sufre Portugal ya ha destruido más de 215.000 hectáreas y ha causado 18 muertos. Todo ello, ha llevado al Gobierno a declarar las áreas afectadas "zonas de calamidad pública".

Las autoridades lusas llevan a cabo más de 93 investigaciones y ya han detenido a 60 personas sospechosas de incendiar matorrales.