El 46% de los incendios que se producen en Extremadura son intencionados, según los datos que manejan los responsables del Plan Infoex, una cifra que supera la media nacional, que el Ministerio del Interior cifra en un 10%.

Ante esta situación, el Gobierno puso en marcha el pasado 1 de junio y hasta el 30 de septiembre, el Plan de Prevención de Incendios Forestales 2005 de la Guardia Civil, que ha movilizado a 2.000 efectivos. Según informó el ministro del Interior, José Antonio Alonso, todas las actuaciones en esta materia se coordinan con el Ministerio de Medio Ambiente y con el de Fomento, así como con las propias comunidades autónomas y los ayuntamientos.

El plan pretende ponérselo difícil a quienes provoquen, de manera negligente o intencionada, un fuego en el monte. Sin embargo, si se tiene en cuenta la memoria de la Fiscalía 2003 en Extremadura --la última publicada--, de los 339 procedimientos por este tipo de delitos que se tramitaron en el citado año ninguno llegó a juicio. Este hecho pone de manifiesto las dificultades que existen para descubrir quién es el culpable.

El 2003 fue el peor de los últimos años en cuanto a superficie quemada en Extremadura, cuando ardieron más de 41.000 hectáreas. En el 2004 fueron 13.500 las hectáreas quemadas. Y en junio de este año, desde que se puso en marcha el Plan Especial de Prevención de Incendios Forestales 2005, Extremadura sufrió 123 incendios, de los que el 35% fueron intencionados. De estos, según informó el consejero de Desarrollo Rural, José Antonio López Iniesta, el 70% no superaron la hectárea quemada.