Hace unos años el lema de un anuncio publicitario se hizo muy popular. Decía: "Jasp, jóvenes, aunque sobradamente preparados". Ese mismo titular es válido para describir la situación de muchos jóvenes en Extremadura, pero que, en esta ocasión, no pueden coger el coche , motivo de aquel anuncio, para marcharse de la casa de sus padres. Argumentos no les faltan, pero el paro y el precio de la vivienda son los fundamentales.

EL PERIODICO se ha puesto en contacto con tres de estas personas que aún comparten el hogar con sus padres. José Luis, de 36 años y natural de la localidad pacense de Guareña, trabaja como profesor de instituto, aunque interino, y confiesa que la causa principal por la que vive con sus padres es el no poderse pagar una vivienda. "Meterse en una vivienda supone endeudarse bastante y hoy en día es muy difícil ahorrar dinero", comenta.

En su caso, actualmente el empleo no supone un problema, aunque no es un trabajador fijo, pero no poder comprarse una casa sí lo es. Además, asegura que hay un cambio de mentalidad en la sociedad y "el hecho de no acceder tan pronto al mercado de trabajo condiciona lo demás".

Estabilidad laboral

También está preparado, con la formación profesional adecuada, Paco, de 32 años y que vive con sus padres en Santa Amalia. Experto en informática de gestión, deberá aceptar en estas navidades un contrato de ocho días si no quiere perder la oportunidad de trabajar. A su juicio, el paro es el mayor impedimento para emanciparse.

"La falta de estabilidad en el empleo es el problema, la vivienda me importa menos, pero el empleo te garantiza una seguridad; además, se puede vivir en alquiler siempre que tengas un empleo estable", explica. En su caso, vivir con sus padres no es una situación incómoda, confiesa, aunque sentirá nostalgia el día que deje de hacerlo, ya que es el último eslabón de la familia que vive con ellos, algo que, por otro lado, que aprovecha para ayudarles en el negocio que tienen.

Esa misma situación atraviesa Juan, de 27 años y natural de Villagonzalo. Licenciado en Historia, prepara oposiciones a la Policía Nacional. Sincero, no duda en aclarar que la dependencia económica de sus padres por no tener trabajo "es la causa prioritaria" por la que vive con ellos. Si encuentra trabajo, se marchará, asegura, aunque reconoce que si lo halla cerca posiblemente "seguiría viviendo con ellos". Es el único hijo que aún lo hace, y les ayuda en el negocio familiar, aclara.