El pleno de toma de posesión de la nueva corporación del Ayuntamiento de Plasencia dejó ayer multitud de anécdotas y curiosidades. La tónica general fueron los nervios, incluidos los del alcalde, a pesar de ser su tercera toma de posesión consecutiva y la emoción, que llevó a varias concejalas y asistentes a derramar alguna lágrima y a Fernando Pizarro a hablar en alguna ocasión con un nudo en la garganta.

También hubo lapsus, como el de la edil del PP Marisa Bermejo, que dijo «juro o prometo» cuando debió haber elegido una de las dos fórmulas para aceptar el cargo, o el de Bermejo y el propio alcalde, que fue a recibir la medalla de la ciudad antes de haber jurado.

Lo hizo sobre los fueros, que compartieron mesa con la Constitución y se disponía a dar su discurso antes de aceptar el cargo, lo que hizo, entre risas.

Mayte Díaz juró con un rosario en la mano, Mavi Mata llevó su propia carpeta y Elena Mejías, el texto en un papel. Algunos leyeron y otros dijeron la fórmula de memoria, también con algún lapsus por los nervios.

Entre el público, mujeres, padres, hijos, compañeros de partido y exconcejales de otras legislaturas, más el espontáneo sonido de las charangas de la feria, que continuaba en la plaza Mayor.

A destacar fueron también las innumerables referencias literarias de Pizarro en su discurso, a Javier Negrete, Unamuno, José María Gabriel y Galán y Gonzalo Hidalgo Bayal, sin olvidar a un músico, Beethoven.