Aunque hay quien busca en las gasolineras los motivos del encarecimiento de los combustibles, sus propietarios se defienden y aseguran que ellos también están siendo víctimas de las continuas subidas de la gasolina. "Todo esto se está notando en el consumo. La demanda baja y algunos compañeros están sufriendo un descenso del 15 e incluso el 20% en sus ventas", señala Casto Bravo, presidente de la Asociación Extremeña de Estaciones de Servicio.

En su caso, propietario de varias gasolineras, asegura que gana ahora lo mismo que hace tres años a pesar del gran incremento de precios en este periodo. "Se nota día a día. Cada vez son menos los que se atreven a llenar el depósito y se conforman con ir tirando con 20 euros. No se ve tanto movimiento como antes", explica, no sin antes aclarar que en las gasolineras abanderadas (aquellas que están vinculadas a una gran compañía, como Campsa, Cepsa o Repsol) --el 90% de las existentes en la región-- los beneficios para la estación de servicio salen de un margen aplicado sobre litro vendido. "Como el consumo está bajando, nuestras ganancias también lo están haciendo. Esto nos perjudica como a cualquier otro ciudadano", insiste Casto Bravo.