Las ventas de tabaco en Extremadura cayeron en casi 700.000 cajetillas en los once primeros meses de este año respecto al mismo mes del 2005, lo que supone que los extremeños consumieron casi 13,4 millones de cigarrillos menos desde la entrada en vigor de la ley antitabaco. En términos relativos la bajada del consumo supone un descenso de menos del 0,7%. Mientras, a nivel nacional los datos de consumo de cigarrillos entre enero y noviembre apuntan una bajada de más de 133 millones de cajetillas --2.700 millones de cigarrillos menos--, lo que vendría a significar una caída superior al 3% en el consumo de tabaco.

En los datos facilitados por el Comisionado Nacional para el Mercado de Tabaco (CNMT) se observa además que los extremeños restringieron fuertemente el hábito de fumar en los primeros meses del año--justo coincidiendo con la entrada en vigor de la norma--, ya que entre enero y marzo se produjo una caída de ventas que superó los 1,8 millones de cajetillas.

MAS PARA PIPA Y PARA LIAR A partir de ahí empezó a haber oscilaciones en uno y otro sentido, aunque con protagonismo de las alzas en el consumo, que equilibró parcialmente la situación. Así, las ventas aumentaron en los meses de abril, mayo, julio, octubre y noviembre, para caer en junio, agosto y septiembre.

En total, en los once primeros meses del 2006 en Extremadura se vendieron más de 97,2 millones de cajetillas, frente a los 97,9 millones del mismo periodo del año anterior.

En cuanto al resto de labores del tabaco, con mucha menor presencia en el mercado, la venta de puros cayó en la región en 280.000 unidades, la de tabaco para liar subió en 45.000 bolsas y la de tabaco para pipa creció en más de mil latas. Respecto a los datos nacionales, se produjeron descensos en todas las labores, según la CNMT.

UN 2% LO HA DEJADO Por lo que se refiere a la incidencia de la ley antitabaco en los hábitos de los fumadores, una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que se dio a conocer ayer indica que la tasa de fumadores estaría ahora en el 23,7% de la población, es decir, dos puntos menos de lo que marcaba la encuesta realizada en diciembre del pasado año. En cifras absolutas supondría que a día de hoy fuman una 250.000 personas menos que hace once meses.

Además, dos de cada tres fumadores aseguraron que han intentado dejar el tabaco alguna vez, la mitad piensa dejarlo en un futuro inmediato, y dos de cada cinco lamentan estar enganchados a este hábito. Por contra, el resto de fumadores señalan en la encuesta que fuman porque les gusta o que no se plantean dejarlo.

Respecto a la percepción general de los efectos de la ley, en la parte negativa dos de cada tres españoles creen que los fumadores siguen consumiendo el mismo o más tabaco que antes de la norma y esta misma proporción afirma que la ley no ha servido para que los fumadores lo dejen ni tampoco para evitar que los jóvenes se inicien en el consumo del tabaco.

Por contra, siete de cada diez sí reconocen que la norma ha logrado que se reduzca o elimine el consumo de tabaco en los centros de trabajo, mientras que las opiniones sobre este mismo efecto en bares y restaurantes están divididas casi al 50%.

En su valoración de ayer, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, hizo una una valoración mucho más optimista de la situación, ya que aseguró que medio millón de personas han dejado de fumar (según el CIS este es el número de fumadores que ha intentado dejarlo, aunque sólo la mitad lo ha conseguido) y, sobre todo, que las prohibiciones han logrado que quienes siguen fumando consuman menos cigarrillos y que los centros de trabajo se hayan convertido en espacios libres de humo.