Una quinta parte de las muertes que se registran en Extremadura es atribuible al tabaco, según datos de la Sociedad Extremeña Para el Abordaje del Tabaquismo (Sepat). En la región, uno de cada cuatro mayores de 16 años reconoce fumar a diario, un 2% solo de forma ocasional y el resto (72%) asegura que o lo ha dejado o no ha fumado nunca. En este sentido, se aprecia un ligero descenso de la incidencia de fumadores habituales, que en el 2003 era tres puntos porcentuales superior (28%). Lo que apenas ha cambiado es la intensidad del hábito, ya que la mayoría confiesa que sigue consumiendo más de 20 cigarrillos cada día.

Tampoco ha variado apenas la edad media de inicio en el consumo habitual, que se mantiene en los 16 años y sitúa a Extremadura como una de las regiones --junto a Canarias y Aragón-- donde se adopta este vicio a una edad más joven. Además, la mitad de los fumadores aseguran que consumen lo mismo que hace dos años, y el resto se reparte casi a partes iguales entre los que confiesan que encienden menos cigarros y quienes dicen que ahora fuman más.

En este sentido, el doctor Robles indica que es necesario concienciar a la población de que "fumar" es más grave que tener el colesterol alto. "Ambos son factores de riesgo cardiovascular, pero es que si no se deja de fumar, de nada sirve un tratamiento contra el colesterol", explica. Eso sí, recuerda que la mejor forma de abandonar el tabaquismo es con motivación y siguiendo las instrucciones del médico, "nada de remedios milagro".

Otra de las novedades de la última edición de esta encuesta es que, en el apartado de tabaquismo, pregunta sobre la incidencia del humo y los fumadores pasivos. En esta línea, el dato más llamativo es que el 14% de los menores de 15 años están continuamente expuestos al humo dentro de sus hogares porque algún miembro de la familia fuma dentro de los espacios cerrados de la casa.