Que el AVE es una infraestructura grandiosa nadie lo duda. Pero para entender su significado real habría que conocer las grandes cifras de la línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa a través de Extremadura.

Los últimos estudios publicados por la Red de Alta Velocidad de Portugal (RAVE) apuntan que una vez que se consolide la línea --las previsiones se han hecho para el año 2033-- el corredor del AVE Madrid-Lisboa será utilizado cada año por 9,2 millones de pasajeros.

Esto hará que el ferrocarril cope más del 30% del tráfico de viajeros de esta zona (casi 24 millones de personas en el 2003) cuando actualmente apenas utiliza el tren el 4% de los usuarios potenciales.

En mercancías la línea transportará 1,3 millones de toneladas --en este caso las previsiones son para el año 2020-- de los 3,3 millones que pasan por la frontera de Caya anualmente.

Inversión prevista

Los datos de inversión prevista --a falta de que se redacten los proyectos definitivos-- también asustan . En el tramo español los primeros cálculos hablan de unos 2.500 millones de euros una vez que la inversión inicial se ha incrementado un 30% por la decisión del Ministerio de Fomento de que sea una línea mixta (para pasajeros y mercancías). A esto habrá que sumar las nuevas estaciones y los accesos urbanos en Badajoz, Mérida, Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata y talavera de la Reina.

El gasto en Portugal tampoco se queda atrás, con unos 2.400 millones de euros y estaciones en Lisboa, Evora y Elvas (se pretende que la comparta con Badajoz). En el caso de Portugal la inversión por kilómetro es mayor que en España. Entre otras cosas, porque hay que construir un tercer puente sobre el Tajo, que para la RAVE es "un elemento fundamental para la competitividad del enlace" entre los dos países.

Y si en Extremadura aún quedan muchos aspectos del AVE por definir --sobre todo en lo referido a la integración de la alta velocidad en las cinco ciudades por las que pasa-- lo mismo ocurre en el tramo portugués. Uno de los principales puntos a estudiar por la RAVE es el acceso a Lisboa, puesto que se barajan dos opciones muy diferentes.

La primera es la entrada del AVE por la margen derecha del Tajo con una especie de by-pass parecido al inicialmente proyectado y posteriormente eliminado para Mérida. La segunda posibilidad es la de que el AVE entre por la margen izquierda y continúe luego hacia Oporto, con un trazado más directo y rápido pero que supondría la construcción del ya mencionado tercer puente sobre el Tajo.

9,3 millones de pasajeros, 3,3 de toneladas y 5.000 de euros, cientos de kilómetros y un objetivo: unir Madrid y Lisboa en 2 horas y 45 minutos.