El ministro portugués de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, Mario Lino, garantizó ayer que el Ejecutivo no pondrá "ningún tipo de objeciones" a que en el trazado español del AVE Madrid-Lisboa, a través de Extremadura, se habiliten "cuantas estaciones se consideren oportunas".

Posteriormente, según explicó el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, será el organismo gestor de la línea el que determine cuáles son las paradas en cada uno de los enlaces diarios entre ambas capitales. Así, añadió, habrá un enlace directo entre Madrid y Lisboa y otros que parará en determinadas ciudades.

FIN A LAS SOSPECHAS De esta forma se solventaban las dudas surgidas después de que el propio Rodríguez Ibarra alertase, en la Asamblea de Extremadura, de que en lo que se refiere a la alta velocidad los intereses de Portugal no coinciden con los de la comunidad autónoma.

Y es que, afirmó el dirigente extremeño, cuanto menos tarde el tren de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, --Portugal exige que se respete el tiempo acordado de dos horas y 45 minutos--, menos paradas habrá en la comunidad extremeña.

Aparte de este anuncio, el presidente de la Junta de Extremadura apuntó que "no hay ninguna variación" sobre lo ya acordado y ratificado en varias ocasiones por los Ejecutivos de ambos países.

Por su parte, el representante portugués, Lino, reconoció que el proyecto lleva algún retraso en su tramo portugués, aunque insistió en que esto --en contra de lo indicado por un informe de la empresa lusa que gestiona la alta velocidad y que ayer publicó un diario económico portugués-- no provocará problemas a la hora de cumplir los plazos previstos por los gobiernos de ambos países.

Es decir, que la línea de alta velocidad que unirá las ciudades de Madrid y Lisboa estará operativa en el año 2010. Para ello, dijo, sólo habrá que intensificar los esfuerzos y recuperar ese tiempo perdido.