Los virulentos incendios que han afectado a Extremadura en estos días obligaron a evacuar a un total de 4.000 personas, la mayor parte de ellas en la zona de Valencia de Alcántara y La Codosera, según explicó ayer López Iniesta, quien se defendió de las críticas por el modo de afrontar esta crisis señalando que "en todas estas evacuaciones no se produjo ni un solo percance".

El consejero, tras elogiar el comportamiento de los ciudadanos, señaló que "nuestra primera prioridad ha sido en todos estos días proteger a las personas", y agregó que "lo que hemos, y estamos aún pasando, es una auténtica calamidad, similar a una inundación o un terremoto, aunque quizá no se percibe así".

Según apuntó, la coordinación de los efectivos y medios ha sido la adecuada, frente a una situación de carácter extraordinario. Pese a todo, dijo entender "que la población, en algunos momentos, pueda tener la sensación de que no recibe ayuda o que esta desprotegida, pero la realidad es que siempre hemos tenido el control sobre posibles riesgos para las personas".

López Iniesta incidió en lo excepcional de esta crisis aludiendo a las palabras del mando único del Infoex, Joaquín Fresneda, quien en la reunión de ayer del comité de emergencias "nos dijo que nunca había conocido nada igual, porque el fuego llegó a saltarse las trincheras de las obras de la autovía", en referencia al amplio cortafuegos que suponía la plataforma por donde irá la Autovía de la Plata.

También comentó que "hay muchas críticas y muchas opiniones, porque algunos afirman que Portugal nos avisó tres días antes de que el fuego iba hacia Valencia, mientras otros aseguran que vieron nacer el incendio tras la caída de un rayo, cuando lo cierto es que el fuego de la frontera se había dado por apagado y se reavivó de noche".