Los 2,4 millones de votos contrarios a la Constitución europea "son de la izquierda progresista, pacifista y transformadora; nosotros somos los responsables de la gestión del no y no admitimos ninguna otra versión". Esto fue lo primero que quiso dejar claro ayer el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, nada más conocer los resultados del referendo. A renglón seguido anunció que trasladará la gestión del no a la política de acuerdos con el Gobierno para exigir una "auténtica regeneración" de las campañas, con pluralismo y debates.

Tras felicitar a los militantes por unos resultados inesperados, especialmente en Madrid, donde se superó el 19% de papeletas contrarias al Tratado constitucional, Llamazares pidió al Gobierno que no incurra en la autocomplacencia de "manipular la realidad". Y la realidad es, dijo, que "estamos en el nivel de participación más bajo de la historia democrática de este país".

El primer mensaje de Llamazares al Gobierno es que no prosiga con "la política de autocomplacencia" y no ignore la realidad. Según IU, el Tratado de la UE "debe ser corregido y reformulado". El dirigente de IU no sólo imputó al Gobierno la responsabilidad por la baja participación y por haber "manipulado la campaña, sin debates ni pluralidad", sino también contra "la coalición" de los grandes partidos, el PSOE y el PP, que "no han sabido o no han querido" movilizar al electorado.