Gaspar Llamazares propuso ayer ante la comisión permanente de IU la celebración de una asamblea extraordinaria a final de año. El coordinador general concretó de ese modo su anuncio de abrir "un debate sin límites" sobre el liderazgo, la organización y la estrategia, tras el "fracaso político" en las elecciones europeas.

La propuesta de Llamazares será debatida por la presidencia de IU el viernes y ratificada por el consejo federal a mediados de julio. A partir de la decisión del máximo órgano entre asambleas se abrirá el debate interno de cara al cónclave de diciembre.

Los pasos estatutarios, formales, no ocultan el hecho de que el líder de IU ha puesto su cargo a disposición de la organización. Llamazares es consciente de que no ha logrado ninguno de los objetivos políticos que se propuso desde su triunfo como coordinador general, por escaso margen, sobre Francisco Frutos, en la asamblea de diciembre del 2000. En las elecciones locales y autonómicas del mayo del 2003 logró el avance de convertir a IU en fuerza de gobierno en Asturias, pero perdió influencia y poder en Baleares.

Las generales del 14 de marzo se saldaron con un fuerte retroceso. El voto útil al PSOE dejó a IU en tres escaños, dos en Madrid y uno en Valencia. El acuerdo con Iniciativa per Catalunya Verds (ICV, dos diputados) le permitió salvar el muerto y formar grupo parlamentario.

La decisión Llamazares de aceptar el planteamiento de ICV de no colocar a Frutos de cabeza de cartel en las elecciones al Parlamento Europeo supuso el divorcio definitivo entre ambos. El secretario general del PCE dimitió como número dos de Izquierda Unida. Llamazares lanzó la pelota a las federaciones para que designaran candidato a las elecciones europeas. Se impuso la andaluza y colocó al exdiputado Willy Meyer de cabeza de cartel.

VICTIMA DEL BIPARTIDISMO La apuesta estratégica de Llamazares de aglutinar en torno a IU a los nacionalismos periféricos de izquierda y de recuperar el movimiento político y social, que teorizó Julio Anguita cuando realizaba una política de oposición a los gobiernos de González, ha vuelto a chocar con el voto útil.

Tras la campaña europea, IU no ha conseguido recuperar el "voto prestado" al PSOE el 14-M. Llamazares es consciente de que el bipartidismo se ha recuperado. El capital político en la oposición a los gobiernos del PP no se ha materializado en votos y no parece dispuesto a "gestionar la frustración" con la oposición interna de un amplio sector del PCE. Por eso someterá su liderazgo a la opinión de las bases.

Desde ICV, su presidente, Joan Saura, manifestó ayer su deseo de que la coalición "se recupere rápidamente".