El inicio escolar en los institutos de Llerena y Castuera ha sido muy diferente este año. La progresiva caída del número de alumnos provocó que los IES La Serena y Manuel Godoy de Castuera se hayan fusionado, formando un único centro. No obstante se mantienen las plantillas de profesores y los dos edificios. Lo mismo ha ocurrido con el Cieza de León y el Fernando Robina de Llerena.

Los directores de ambos centros coinciden en que la mayor dificultad ha estado en cuadrar los horarios, por lo complicado que supone para los profesores tener que desplazarse de un edificio a otro, que distan entre sí unos 200 o 300 metros en ambos casos. Sin embargo, los grandes beneficiados han sido los alumnos, puesto que ellos se mantienen en su aula a la espera de la llegada del profesor, como si de cualquier otro centro se tratase. Al contar con más grupos de cada curso, disponen de una mayor oferta tanto de asignaturas optativas como de ciclos de FP.

Francisco Morillo, director del IES Castuera, que es el nombre que recibe el centro a la espera de que el consejo escolar --pendiente aún de constituirse-- decida un nuevo nombre, confirma que lo más complicado fue fijar el horario. Una tarea que comenzó en el mes de julio, para cuadrar las horas de 87 profesores en un total de 38 grupos en los que hay 780 alumnos, distribuidos en dos edificios.

En el IES Llerena (se encuentra en la misma situación con respecto al consejo escolar), su director José Miguel Gil comenta que si bien el número de profesores no se ha visto reducido, sí lo ha hecho el equipo directivo. Así, si entre los dos centros antes sumaban nueve miembros, ahora están seis, algo por otra parte normal en otros centros de similar tamaño. Agradece la implicación de los compañeros para poner en pie una organización que se mantendrá mientras no haya un nuevo edificio que alberque a todos los alumnos. Pero esto aún no está ni en estudio.