Las lluvias y el viento, que ayer volvieron a aparecer con bastante intensidad, continúan causando estragos en Extremadura. Los bomberos de los principales núcleos urbanos de la región tuvieron que intervenir por la caída de ramas, árboles y cornisas. En el valle del Jerte fue necesario apuntalar una vivienda ante el riesgo de derrumbamiento. Y en Higuera de Vargas, hubo que rescatar a un padre y su hijo que se vieron sorprendidos por un arroyo desbordado; ninguno de los dos resultó herido. Un total de cinco carreteras permanecieron cortadas a lo largo del día y una más presentó dificultades de circulación por desprendimientos y balsas de agua. Además, los desembalses que siguen realizando algunas presas y las fuertes tormentas provocaron crecidas en ríos como el Guadiana o el Tiétar. Diversas explotaciones situadas en sus vegas quedaron completamente anegadas y lo mismo ocurrió con parajes tan populares como la playa de Medellín.

Eso en Extremadura, donde estuvo activada la alerta por fuertes precipitaciones y vientos hasta las ocho de la tarde. Para hoy, la Agencia Estatal de Meteorología prevé una situación más tranquila, aunque el temporal vuelve a recrudecerse a partir de mañana, con fenómenos extremos; en esta jornada las rachas de viento podrían superar los 100 kilómetros por hora en cualquier punto de la región.

En el resto del país, la situación más complicada sigue localizada en Andalucía. En esta comunidad, el caudal del río Guadalquivir ha empezado a bajar, aunque se mantienen los desalojos de 462 viviendas y unas 1.400 personas. En el norte, buena parte de la costa gallega está en alerta roja con olas que superan los cinco metros de altura.

La playa de Medellínestá bajo las aguas

El crecimiento del Guadiana causó ayer importantes daños en el entorno de Don Benito. El río ha tomado completamente la estación depuradora de vertidos residuales, que da servicio a la ciudad y a Villanueva de la Serena. De hecho, uno de los trabajadores tuvo que ser rescatado por los bomberos durante la madrugada del miércoles al jueves. Pero además, unos kilómetros más abajo, la playa de Medellín ha quedado completamente inundada: los chiringuitos están sumergidos casi al completo y el agua llega casi a las puertas de los chalets.

Riesgo de derrumbe enotra casa, ahora en Jerte

La humedad provocada por las constantes lluvias también está sacando a la luz las deficiencias arquitectónicas de muchos inmuebles en la región. Ayer, los bomberos de Plasencia tuvieron que desplazarse al municipio de Jerte ante el temor de los vecinos a que una casa vieja pudiera derrumbarse. El inmueble tuvo que ser apuntalado.

Por motivos similares fue desalojada el martes una familia en Navalmoral. El ayuntamiento de la localidad ha criticado que el Consorcio para la Acción Integral con Migrantes (Cepaim) no se haya querido hacer cargo de los desalojados, de origen magrebí. Esta organización alegó ayer que ésta es una obligación del consistorio, que tiene las competencias en Servicios Sociales de Base; aseguró que sigue ayudando a la familia; y denunció que el derrumbe de esta "infravivienda puede repetirse" porque son varias las familias que residen en inmuebles similares que no reúnen las condiciones de habitabilidad, "situaciones conocidas por el ayuntamiento y la Junta".

Badajoz: los desalojadosvuelven a sus casas

En la capital pacense, pese a la crecida del Guadiana el miércoles, ni los bomberos ni la policía tuvieron que realizar ayer intervenciones por inundaciones. Efectivos de ambos cuerpos vigilaron durante toda la jornada las riberas. El caudal del río disminuyó ayer en torno a un metro y medio a su paso por la ciudad. Ello permitió que las cuatro familias evacuadas el miércoles en el Rincón de Caya pudiesen regresar a sus viviendas.

Siguen los desembalsesen el Tajo y el Guadiana

Las Confederaciones del Tajo y el Guadiana continuaron ayer realizando desembalses en sus pantanos. En el Tajo, las presas de Torrejón, Alcántara, Cedillo y Rosarito volvieron a soltar agua por sus aliviaderos, mientras que dejaron de hacerlo los de Borbollón, Rivera de Gata y Jerte, que lo habían hecho los días anteriores. Según la compañía eléctrica Iberdrola, desde el domingo se han desagüado desde Cedillo unos 1.000 hectómetros cúbicos. Esta es una cantidad equivalente al consumo de agua del campo extremeño durante ocho o nueve meses, y es casi la misma cantidad de agua que ganaron todos los pantanos extremeños durante la semana pasada.

En la cuenca del Guadiana, Orellana, García Sola y Cíjara también siguen desembalsando.

"El objetivo es reducir o eliminar las posibles inundaciones que se producirían si se esperara a tener los embalses completamente llenos y se produjeran lluvias como las de estos días. El agua que se vierte por los aliviaderos de las presas se pierde para la producción hidroeléctrica ya que no pasa por las turbinas. Se está anteponiendo la seguridad de las personas e instalaciones al negocio de producción", explicaron desde Iberdrola, que tiene centrales hidroeléctricas en Valdecañas, Torrejón, Alcántara, Cedillo, Gabriel y Galán, Guijo de Granadilla y Valdeobispo.

El cereal se pudre y losregadíos se retrasarán

Las abundantes precipitaciones de los últimos dos meses van a garantizar la disponibilidad de agua durante toda la campaña agrícola, pero también comienza a originar daños. En las Vegas Altas del Guadiana, más de medio centenar de explotaciones han quedado anegadas por la crecida del río. Frutales y tierras de labor para tomate y arroz estaban cubiertas por el agua. En el norte de Cáceres, el desbordamiento del arroyo de Cuaternos volvió a anegar algunas parcelas de cultivo próximas al Tiétar. Este río registró una gran crecida, que inundó parte de la Vega de Jaraíz.

El suelo cuenta con tanta humedad que ya no absorbe más agua. "Los cereales de invierno, como el trigo, son los que se están viendo más afectados. Las raíces comienzan a pudrirse y se pueden observar en las explotaciones zonas que se están echando a perder", explican desde UPA-UCE, donde consideran que las precipitaciones han mermado las cosechas de hortalizas como el brócoli y la col en las vegas del Guadiana. A esto se suma el posible retraso de la campaña en los regadíos de verano: tabaco, tomate y arroz. El terreno está tan blando que no se puede acceder a él para comenzar a prepararlo.

Incluso en la ganadería, el exceso de lluvias comienza a originar compliaciones. El ganado está encontrando dificultades para alimentarse, ya que el manto de agua impide que crezca el pasto. "Y va a incrementar el gasto sanitario de las explotaciones, porque complica el sanemaiento de las pezuñas, por ejemplo", agregan en UPA.

Cortadas 5 carreteras yotra con dificultades

La red viaria también continúa registrando problemas. La circulación está completamente cortada en cinco carreteras, entre ellas la Ex-106, en el kilómetro 18, entre Don Benito y Miajadas; el camino general número dos de Don Benito, entre El Torviscal y Entrerríos; el badén de Torremayor, la BA-142 en Valdetorres, y la BA-V-6451 entre Valdivia y Entrerríos. Asimismo, hay dificultades en la CC-144, en Belvís de Monroy, por desprendimientos.