La operación Conmoción y pavor lanzada ayer consiste en una masiva campaña aérea que incluye el lanzamiento desde aviones y barcos, en sólo 48 horas, de 3.000 bombas y misiles, el mismo número que en toda la guerra del Golfo, en 1991.

El objetivo de esa lluvia de fuego, según había declarado el Pentágono días atrás, era causar el "colapso" del sistema en las primeras horas de la guerra, y provocar un profundo impacto psicológico.