La segunda legislatura de José García Lobato al frente de la alcaldía de Almendralejo no atisba grandes cambios. Disfruta de su segunda mayoría absoluta, un respaldo tranquilizador que le permite trabajar con oxígeno después de atravesar la tormenta de la Operación Púnica, de la que ha salido indemne pese al acoso de la oposición. El emprendimiento y las ayudas sociales vuelven a ser sus apuestas. Ha repetido la confianza en buena parte del personal de la pasada legislatura y tiene claro que la clave está en no gastar lo que no se tiene, algo que ha reiterado hasta la saciedad. Su gobierno tiene claro que hay que seguir invirtiendo en la población con más obras. Defensor a ultranza de la accesibilidad universal, seguirá apostando por esta línea en nuevas edificaciones.

Su primer caballo de batalla en estos primeros 100 días está en el proyecto de regadío de la comarca. Detrás de él hay 1.500 agricultores que esperan buenas noticias, pero las cartas de Lobato aquí no son las decisivas.