Los 374 comuneros de la Sociedad Cabra Alta y Cabra Baja de Zahínos ya son propietarios de estas fincas que pertenecían a la Casa de Alba. Después de doce años de litigios y recursos en los tribunales, tras la expropiación en 1990 de dichas fincas por la Junta de Extremadura, los arrendatarios podrán sacar el máximo rendimiento a estas tierras que cuentan con una superficie de 2.477 hectáreas.

Así lo manifestó en el día de ayer el consejero de Agricultura de la Junta de Extremadura, Eugenio Alvarez, en la entrega simbólica de las escrituras de estas fincas a la Comunidad de Arrendatarios de Zahínos, en un acto conmemorativo al que se sumó la mayoría de vecinos de este municipio pacense.

El consejero mostró su satisfacción por devolver la dignidad a Zahínos y a toda Extremadura y mencionó las expropiaciones realizadas en Navalvillar de Ibor y Las Arguijuelas con este mismo objetivo. "En la región había muchas fincas que no se explotaban lo suficiente porque pertenecían a personas de fuera y los beneficios de la producción también eran para ellos", indicó.

Con la recuperación de las fincas Cabra Alta y Cabra Baja se confiere una seguridad y estabilidad económica a la localidad que contribuirá, según Alvarez, al mantenimiento de la población. En opinión del titular extremeño de Agricultura, es la culminación de un proyecto que el PSOE inició en 1983 apostando por el desarrollo rural, por mantener la población en las zonas rurales y así evitar la emigración a las grandes ciudades. "Alabo la labor y el esfuerzo realizado por mi antecesor, Francisco Amarillo, en este sentido".

UN LARGO CAMINO

La Junta expropió las dos fincas por unos seis millones de euros (935 millones de pesetas). Los comuneros han realizado ya un primer pago de 367.470 euros (61 millones de pesetas) que, junto con pagos anuales de 48.000 euros durante 62 años, alcazarán la cifra de 3.379.000 euros (561 millones de pesetas) que es el justiprecio de las fincas sin contar los intereses que ha tenido que desembolsar la Junta,-- casi 2 millones de euros--, por la duración del proceso judicial.

Entre los propietarios, unos están contentos y otros, no tanto, según el presidente de la Comunidad de Arrendatarios, José Rodríguez Pérez. "Nosotros no sólo vivimos de ésto, es una ayuda más, pero cada uno tiene su trabajo".

Las fincas se dedican a la explotación extensiva de diferentes tipos de ganado: vacuno, ovino y caprino. Cabra Alta y Cabra Baja además son utilizadas para el engorde de cerdos de bellota y madres de cría, así como a la explotación del corcho. "Ahora sí que le vamos a poder sacar rendimiento a estas tierras", manifestó Rodríguez Pérez.

El presidente de la Comunidad explicó que la economía de Zahínos no depende de la explotación de estas fincas aunque, según dijo, es un mérito que sea una de las más de 1.400 comunidades que se crearon durante la República, que aún se sigue manteniendo.

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