Soy inocente". Con esta rotunda afirmación de Fernando S. C. F., concluyó ayer el juicio de La Madrila . Esta es la denominación que se da en Cáceres al proceso judicial que desde hace un año se sigue contra cinco jóvenes que en la madrugada del 6 de octubre del año pasado fueron detenidos en el transcurso de los disturbios que se produjeron en la capital cacereña a consecuencia del adelanto en la hora de cierre de los locales de copas.

La proclamación de inocencia fue unánime. Los cinco acusados, Fernando S. C. H., Ignacio R. C., Fernando C. P., Modesto P. A., y Alexandre G. G., negaron todos los hechos que les imputa el Ministerio Fiscal y el Ayuntamiento de Cáceres --personado en el caso como acusación particular-- y manifestaron que su único delito fue estar allí --en referencia a la zona de La Madrila y su entorno-- la noche de los disturbios.

Visiblemente nerviosos y preocupados esperaban ante la sala de vistas del Juzgado de lo Penal de Cáceres el inicio de la vista oral. Les acompañaban sus abogados y familiares, que siguen opinando que estos jóvenes "son cabezas de turcos de unos hechos en los que participaron miles de personas".

TESTIMONIOS

Durante casi seis horas, sentados en el banquillo de los acusados, los cinco jóvenes revivieron la madrugada del 6 de octubre del 2002, respondiendo a las preguntas del fiscal y escuchando a más de una veintena de testigos. Entre éstos se encontraban los policías que participaron en sus detenciones --testigos del Ministerio Público-- y amigos de cada uno de ellos que citados por sus defensas confirmaron en cada caso que los acusados estuvieron con ellos aquella noche y que no participaron activamente en los incidentes.

Modesto P., al que se acusa de participar en la formación de la barricada a la que posteriormente se prendió fuego en la plaza de Albatros, así como del destrozo de señales de tráfico en Primo de Rivera, negó su participación en los primeros hechos, "en los que sólo estuve como mero observador", y reconoció que golpeó alguna señal, "pero no para destrozarla".

Alexandre G., fue detenido por el jefe de la Policía Local, que según aseguró en el juicio le reconoció como uno de los jóvenes que lanzó papeleras al fuego --su abogado cuestionaría en el acto que pudiera distinguirle con claridad al no llevar las gafas puestas y ser de noche-- y afirmó que se resistió a la detención. Ambas acusaciones fueron negadas por el procesado. Este aseguró que no participó en los destrozos y manifestó que no sólo no se resistió a la detención, sino que se dirigió a los agentes con el carné de identidad en la mano.

Ignacio R., y Fernando S., que fueron detenidos juntos en Primo de Rivera, supuestamente por golpear la puerta de un portal y volcar contenedores, lo negaron todo e hicieron constar que ni siquiera estuvieron en La Madrila. "Pasamos toda la noche en Cameron y cuando nos dirigíamos hacia el hospital para coger el coche nos sorprendió la gente que corría desde Hernán Cortés".

También lo negó todo Fernando C., detenido en Antonio Silva y acusado de resistencia a la autoridad.