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cadáveres. "Hemos utilizado las manos y máquinas especiales. Se ha trabajado a destajo", añadió.

Mientras, los madrileños respondieron masivamente a la llamada de la Consejería de Sanidad, que reclamó donaciones de sangre para atender a los heridos, que alcanzaron la cifra de 1.430. Los leves fueron atendidos en centros médicos del extrarradio. Los críticos y los graves fueron trasladados a todos los grandes hospitales públicos de la capital, que quedaron colapsados. A última hora de la noche de ayer, 42 de los heridos continuaban en estado crítico y otros 27 estaban muy graves.

DONACIONES RECHAZADAS Los servicios de emergencias instalaron varios autobuses en puntos céntricos de la capital. El servicio médico ubicado en la Puerta del Sol fue el que más voluntarios congregó. La respuesta ciudadana fue tan intensa que las autoridades sanitarias pidieron a los ciudadanos que reservaran sus donaciones de sangre para los días posteriores.

El juez Juan del Olmo, en funciones de guardia en la Audiencia Nacional, dirigió la comisión judicial que se encargó del levantamiento de los cadáveres. 80 forenses, reclutados en todos los juzgados de España, se ocuparon de las primeras identificaciones. No obstante, los expertos tardarán un día más en completar ese trabajo. 10 de ellos son especialistas en este tipo de catástrofes en las que hay que practicar pruebas de ADN a los familiares de los fallecidos. A los cadáveres, al estar clara la causa de la muerte, no se les practicó la autopsia. Las labores de levantamiento de cuerpos empezaron a las 11.30 de la mañana y concluyeron a las seis de la tarde.

Mientras, los madrileños empezaban a manifestase en las calles. Unas 500 personas se congregaron en Sol. En Atocha varios espontáneos aparecieron con pancartas en las que exigían pena de muerte para los terroristas. Hasta ese momento, se creía que ETA era la culpable.

RUMORES DE AL QAEDA Sin embargo, en Atocha empezó a circular la versión de que se trataba de un grupo islamista. Los corresponsales de diarios extranjeros fueron los primeros que apuntaron esa posibilidad, que les había sido ofrecida por sus jefes en sus países de origen. Al principio nadie les creyó.

El ministro del Interior, Angel Acebes, aseguró a las dos de la tarde que ETA era la responsable. Sin embargo, media hora antes de la primera explosión, la policía había localizado en Alcalá de Henares una furgoneta con siete temporizadores y una cinta magnetofónica con versículos del Corán. A las 8.30 de la tarde, el ministro admitió que podía ser un grupo islamista. Media hora más tarde, Al Qaeda confirmó su autoría en un comunicado a un periódico árabe en Londres. La cadena SER informó a última hora de la tarde de ayer que uno de los terroristas se suicidó en una de las explosiones. Por la tarde, se acondicionó un pabellón del parque ferial para albergar los cadáveres. Todos tendrán un funeral de Estado.