El ganador del Premio Empresario del 2008, Manuel López Pecero, quiso dedicar ayer sus primeras palabras de agradecimiento, tras recoger el galardón que le acredita como mejor empresario extremeño del año, al equipo de trabajadores que le han acompañado durante las tres últimas décadas y que le han permitido hacer realidad "este sueño".

López Pecero explicó que el secreto para poder triunfar en el mundo de la empresa es "contar con un equipo de empleados que estén contigo en el día a día; sin ellos, en mi caso, yo no hubiera podido llegar hasta donde hemos llegado".

El propietario del Grupo López Bolaños, que dirige junto a su mujer, se mostró visiblemente emocionado. "Ante todo estoy orgulloso y muy satisfecho porque, tanto desde EL PERIODICO EXTREMADURA como mis compañeros, se han acordado de mí", apuntó antes de explicar que no encontraba palabras "para definir lo que este reconocimiento supone para nosotros".

El Premio Empresario Extremeño del Año, que recogió el galardón de manos del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, animó al colectivo empresarial a seguir trabajando para contribuir al crecimiento de la sociedad extremeña. Además, pidió un sobreesfuerzo para superar las dificultades económicas por las que atraviesa el país, una situación que, reconoció, está pasando factura en el sector del vidrio y el aluminio --principales actividades del grupo--. "La verdad es que es un momento muy difícil. Lo estamos notando porque en nuestro caso la actividad depende en un 70 u 80% del sector de la construcción. Hasta el momento hay dos factores que nos están influyendo mucho: por un lado el descenso de la demanda, tenemos mucho menos faena que antes, y segundo, que los impagos se han incrementado de forma considerable". A pesar de ello, López Pecero se comprometió a seguir trabajando para superar un "momento que es muy delicado".