Manuela Caballero es la autora de una investigación en la que se analiza la transferencia de conocimientos entre la lengua de procedencia y la de acogida y en la que se concluye que los alumnos aprenderían mejor si contaran con clases de apoyo en su lengua materna.

--¿Debe adaptarse el sistema educativo extremeño a la nueva realidad linguística de los inmigrantes?

--Es primordial que nos adaptemos. Ya sabemos que la población inmigrante va en alza y tenemos que tener en cuenta que a partir de ahora no será sólo una lengua, sino un hablar multilingüe, multicultural. Debemos tener en cuenta que esos alumnos no sólo hablan una lengua distinta, sino que tienen un bagaje cultural distinto.

--¿Está el profesorado extremeño sensibilizado con el tema de la inmigración?

--No se trata de sensibilización, sino de preparación y formación. Es cierto que se intentan subsanar los problemas con voluntad, pero no hay que diseñar sólo programas de acogida, hay que desarrollar también un currículo. Necesitamos una didáctica diferente, tenemos que partir de la valoración de esa lengua materna de los alumnos inmigrantes.

--¿En qué consiste esa nueva ´didáctica de la emigración´?

--Si el alumno ha cambiado, el docente lógicamente debe adaptarse al cambio. Para ello se debe formar a los profesores, se debe construir y reconstruir, crear mecanismos que amortigüen el choque que recibe ese alumno al cambiar de país.

--¿Depende el éxito escolar de estos niños de la valoración y la formación que reciban en su lengua de procedencia?

--El éxito o el fracaso escolar depende en mayor o menor medida de la valoración de su lengua materna. No se puede decir cuál es el tanto por ciento del que depende, pero es cierto que si el niño ve que está más valorado se aproximará más al éxito que al fracaso.

--¿Algún ejemplo a seguir?

--Suiza. Se trata del típico país de inmigrantes y en el que se han diseñado programas de acogida diferentes en cada cantón. Ahora estoy elaborando una serie de artículos y estoy en contacto con Suiza para la nueva situación didáctica. Allí hay alumnos españoles de tercera generación que no saben nada de español, es el otro lado de la moneda.