El cese total de la actividad de la multinacional tabaquera Alliance One Internacional (AOI) supondrá el despido de unos 120 trabajadores de la industria de transformación que la firma tiene en Malpartida de Plasencia y de los centros de recogida de tabaco de Talayuela. La plantilla quedará afectada por un expediente de regulación de empleo, que AOI se ha comprometido a presentar "próximamente". La multinacional compra el 30% del tabaco de Extremadura --casi 11 millones de kilos-- y su marcha supone un aporte de inestabilidad más para un sector atenazado por el descenso del consumo de cigarrillos y la reducción de las ayudas a los cultivadores que prevé la UE.

World Wide Tobacco España (WWTE) y Agroexpansión son las filiales de AOI en España, cuyo hombre fuerte es Douglas Conran. Ayer el comité de empresa de Agroexpansión en Malpartida de Plasencia anunció que iniciará "las reuniones pertinentes con la dirección de la multinacional, conjuntamente con las centrales sindicales CCOO y UGT".

MOVILIZACIONES Los representantes de los trabajadores cifran en 120 los empleados afectados, entre fijos y fijos discontinuos (de campaña) y anunciaron que "planificarán movilizaciones durante el mes de enero del 2006 dirigidas a la multinacional, al Gobierno de Extremadura y la mesa interprofesional del tabaco, entendiendo que esta situación viene dada por la política de la Unión Europea, y como tal, debe tener un tratamiento especial".

La marcha de AOI del mercado va a suponer que, de momento, sólo quedan otras dos compañías compradoras de tabaco en rama en España, que son la pública Cetarsa y Taes, pero ésta última apenas cuenta con el 1% del mercado. "Será cuestión de hablar con Cetarsa, pero no tiene sentido que ahora se cree un oligopolio público", ha explicado a EL PERIODICO Rubén Martín, gerente de Cotabaco. Esta agrupación de productores extremeños es el principal proveedor de tabaco de AOI.

Una de las razones esgrimidas por la multinacional para abandonar el mercado español es que la previsible reducción de las ayudas a los productores disminuirá sensiblemente la producción de tabaco en España, donde Extremadura aporta el 90% de la cosecha. "Como resultado, nuestros principales clientes, los fabricantes multinacionales de cigarrillos, han anticipado esta caída y han reducido drásticamente sus compras a AOI en España hasta niveles tales que provocan que nuestras operaciones resulten ya inviables económicamente", asegura la empresa.

MERCADO ASIATICO Además, añade, "la demanda de cigarrillos y, consecuentemente, la de tabaco en rama, está moviéndose hacia Asia y hacia otros mercados emergentes, causando la caída de los mercados europeos". AOI asegura haber perdido en España en los dos últimos años 8 millones de euros antes de impuestos.

Ignacio Huertas, secretario regional de la Unión de Pequeños Agricultores-Unión de Campesinos Extremeños (UPA-UCE), no comparte este argumento. En su opinión, esto no son más que "excusas para justificar el cierre", ya que "el tabaco no puede dejar de interesar de un día para otro". En la actualidad, el tabaco se sigue entregando en las industrias transformadoras, ya que AOI garantiza la recogida normal durante esta campaña. "De cara a este año no hay problema. De cara al que viene es lo que tenemos que hablar", añade.

UPA-UCE ha valorado "muy negativamente" el impacto del cierre de las instalaciones de AOI. Entre WWTE y Agroexpansión transforman el 30% del tabaco extremeño, la primera en su fábrica de Benavente (Zamora) y la segunda en la de Malpartida de Plasencia. "El cierre de estas dos industrias transformadoras pone en serias dificultades la libre competencia en la compraventa de tabaco, pues deja en situación de oligopolio a Cetarsa". En Extremadura existen unas 4.000 familias cultivadoras.

Huertas ha pedido la mediación de la Consejería de Agricultura para que se asegure que las empresas cigarreras van a seguir comprando tabaco en España durante algunos años.

Rubén Martín asegura que no les ha cogido por sorpresa la marcha de AOI del mercado español. "La posición de estos señores desde el inicio de campaña invitaba a pensar que iban a cerrar sus puertas".

Martín asegura que esta campaña no es sólo que AOI "pague mal" sino que la empresa está recogiendo el tabaco de manera muy lenta y poniendo muchas pegas. Este periódico intentó ayer localizar a Douglas Conran tanto en Benavente como en Malpartida pero fue imposible contactar con él. "Este año intentaremos cerrar la campaña de la forma menos mala posible", explica Rubén Martín, que deja abiertas las puertas a negociar con Cetarsa nuevamente y se queja del trato dispensado por Conran. "Vino en mayo y hasta ahora no hemos tenido noticias de él", añade.