"La solución de la crisis no está en manos del Gobierno porque estamos dentro de una crisis mundial", asegura María Angeles Nieto, encargada de la inmobiliaria Viprés. Una crisis cuya razón de ser, a su juicio, se debe a la "seria oferta de viviendas, lo que provocó el parón". El problema, según esta trabajadora del sector más afectado, es que "el Gobierno no puede definir el precio de petróleo o instar a la banca a que autorice créditos". En general, "la construcción ha provocado la parálisis de economías en torno a ella", estima, lo cual genera desempleo y el descenso del consumo. "Es una cadena sin solución inmediata, pues el rompecabezas se armará paulatinamente". ISABEL RAMOS